La Rinoplastia en la antigüedad

Cirugía, Estética, Nariz

Puede sorprendernos la rinoplastia en la antigüedad y aunque La rinoplastia moderna es un hecho del siglo XX, hay una larga trayectoria de procedimientos y cirugías correctoras de la nariz más o menos ortodoxas desde hace ya mucho tiempo.

La Rinoplastia en la antigüedad

Herodoto

El historiador griego Herodoto de Halicarnaso (siglo V a. de C.) tuvo la ocasión de visitar los diferentes países del entorno heleno, desde Egipto pasando por Fenicia, Babilonia, la antigua Asia Menor (hoy Turquía) y Persia entre otros. En sus escritos informa de que algunos persas modificaban su nariz mediante la colocación de apósitos.

Los Persas – una tradición de narices

Parece ser que los persas de la época de Ciro, Darío, Jerjes y Artajerjes estaban tan obsesionados por su nariz como los de hoy en día, claro que no solo se preocupaban de sus apéndices nasales, en general tenían un profundo sentido estético que también se reflejaba en sus peculiares barbas trenzadas haciendo juego con sus cabellos y en sus ojos resaltados con kohl que aparte de embellecerlos tenía su función protectora. Así pues no es de extrañar que Herodoto destacara aquellas primitivas rinoplastias.
Lo que no deja muy claro Herodoto en sus escritos es el procedimiento para remodelar la nariz que utilizaban los persas, parece sugerir que esto lo lograban con vendajes que comprimían la nariz al modo que las mujeres chinas comprimían sus pies para hacerlos más pequeños.
En la actualidad Irán ocupa el primer puesto mundial en cuanto a número de rinoplastias per cápita y las mujeres iraníes han conseguido que esta intervención no necesite la autorización del marido, como ocurre por ejemplo con las operaciones de aumento de senos.

Los Egipcios y la rinoplastia

Herodoto no llegó a comentar nada acerca de los métodos que los egipcios usaban para sus “rinoplastias” pero nos consta por dibujos y bajorrelieves que han llegado a nuestros días que estos eran anteriores a los de los persas. En uno de ellos se puede ver a un proto cirujano introduciendo unos palillos por la nariz de su paciente. En un jeroglífico datado en unos 4.000 años a. de C. se ve la secuencia completa de una de estas cirugías de nariz.  En el “papiro de Ebers” uno de los tratados médicos más antiguos que se conocen (1.500 a. de C.) también se recoge entre otras muchas la técnica para la reparación de heridas o amputaciones de la nariz.
Para los egipcios la nariz cobró una gran importancia estética, de ahí que algunos faraones ordenaran romper las narices de las estatuas de sus antecesores para afear su legado, así como también destruían las inscripciones que las acompañaban.
El filósofo francés Blaise Pascal en sus Pensées (Pensamientos) afirmó:

“Si la nariz de Cleopatra hubiera sido más corta, la faz del mundo habría cambiado”. Es sabido que Cleopatra tenía una gran nariz, pero aún así era considerada como muy hermosa.

La India – Sushruta

En torno al siglo V a. de C. el médico hindú Sushruta (considerado como el padre de la cirugía plástica) describía un método para reconstruir la nariz dentro de su libro “Sushruta Samhita”, un compendio de técnicas de la Medicina Ayurvédica. Si hablamos de rinoplastia en la antigüedad SUSHRUTA es el nombre con mayúsculas. En aquella época era habitual amputar las narices de los enemigos o a las mujeres acusadas de adulterio (incluso aunque no fuesen culpables). Con la rinoplastia Sushruta quiso dar una oportunidad a estas personas.

El método Sushruta:

  1. Despegar un trozo de piel de la frente que quedaba colgando por la parte superior de la nariz, de forma que permanecía pediculado y seguía teniendo irrigación. En primer lugar había que tomar una hoja del tamaño y la forma necesaria para cubrir la nariz amputada, que serviría como plantilla para recortar el colgajo de piel de la frente.
  2. Este colgajo de tres lóbulos recubriría una estructura hecha con uno palo hueco (normalmente de bambú) que simularía cada aleta nasal, ayudando por otra parte a la función respiratoria.
  3. Los bordes de la amputada nariz eran recortados con un escarpelo “para refrescarlos” y eran cosidos a los bordes del colgajo procedente de la frente.
  4. Las zonas “cruentas” eran cubiertas por raíces de regaliz, berberis y polvos de sapan y todo ello se envolvía en algodón
  5. Más tarde, cuando la piel se había integrado con la zona receptora se procedía a cortarla de la parte de la frente donde aún permanecía unida y a coser este último extremo.
    Muchos años más tarde, en el Renacimiento, los hermanos Branca popularizaron en Italia las técnicas indias para la rinoplastia.

El emperador Justiniano II – Una rinoplastia real

Justiniano II con tan solo 16 años fue nombrado emperador de Bizancio en el 685 d. de C. para suceder a su padre Constantino IV
Las suntuosas construcciones que emprendió y que tan costosas eran le llevo emprender una política fiscal asfixiante que acompañaba con la cárcel y la tortura como métodos recaudatorios habituales. Del enfrentamiento con la aristocracia y con el pueblo en general por sus métodos violentos y crueles surgió la revuelta de los “Azules” a los que se unieron fuerzas militares que acabaron derrocando al tiránico Justiniano II.
A partir de ese momento Justiniano empezó a conocerse como “Rhinotmetos” (Nariz Cortada) ya que le cortaron parcialmente la nariz (rinocopia) al mismo tiempo que un trozo de lengua (glosotomía), un hecho en teoría benévolo para la época y que le impediría volver a gobernar.

Pero Justiniano logró que le remodelaran su nariz, en este caso la rinoplastia consistió en una funda o prótesis de oro y no le fue tan mal ya que además de darle mayor luminosidad a la cara, pasados 10 años desde su destitución recobró el trono, por lo que podemos decir que fue la más brillante Rinoplastia en la antigüedad.

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