Tratamientos quirúrgicos y médico-estéticos después del verano
21 junio, 2013//
Son muchas las personas que deciden mejorar su aspecto después del verano. Los efectos del sol se traducen en un aumento de la falta de hidratación de la piel lo que lleva en muchas ocasiones a hacer más evidentes determinados signos del envejecimiento. En la cara, podemos tratar con toxina botulínica las arrugas de expresión localizadas tanto en la frente como en el entrecejo y la zona de las patas de gallo, así como lograr un ligero ascenso de la comisura de la boca que es otro de los signos que se muestra con el envejecimiento. Otro de los tratamientos más habituales en esta época es el ácido hialurónico; esta sustancia, presente de forma natural en nuestro organismo, nos ayuda a rellenar aquellas zonas con arrugas o surcos marcados como los que se encuentran entre las alas nasales y los ángulos de la boca (surcos nasogenianos). Esta misma sustancia puede utilizarse en pequeñas dosis como tratamiento hidratante, realizando pequeños pinchazos que mejoran el aspecto de la piel aumentando su luminosidad. Es muy frecuente la combinación de estos dos tipos de tratamiento, que se realizan en la consulta y que permiten al paciente incorporarse inmediatamente a su actividad normal.
La eliminación del exceso de piel del párpado superior o las bolsas, procedimiento quirúrgico denominado blefaroplastia, es otra de las intervenciones frecuentemente demandadas en esta época. Se realiza bajo anestesia local, y permite eliminar el aspecto de cansancio permanente de aquellas personas con bolsas en los párpados inferiores o exceso de piel en el párpado superior, así como rejuvenecer el rostro.
El verano es una época en la que los hábitos alimentarios se descontrolan frecuentemente y el sedentarismo aumenta. Todo esto hace que sea frecuente una cierta ganancia de peso que requiere un tratamiento con dieta y ejercicio físico para recuperar la situación previa. No obstante, existe un porcentaje importante de personas, frecuentemente mujeres, que presentan acúmulos de grasa localizados en las caderas, los muslos, o la cintura, que no desaparecen aún siguiendo una dieta y realizando ejercicio físico. Estos pacientes son los candidatos ideales para someterse a una liposucción, una intervención quirúrgica que elimina los indeseados acúmulos de grasa, mejorando el contorno corporal.