La contractura capsular conocida también como encapsulamiento o capsulitis es con diferencia la razón principal de las intervenciones de cirugías mamarias secundarias. Se calcula que el porcentaje de mujeres afectadas por una contractura capsular es del 1 al 3% durante los 6 primeros años después del implante mamario.
¿Qué es y por qué se produce la contractura capsular?
Cuando se realiza un injerto mamario el cuerpo produce de forma natural una membrana hecha principalmente a base de fibras de colágeno como reacción al cuerpo extraño que suponen la prótesis. Esta membrana que es elástica y que envuelve por completo al implante, en algunos casos puede desarrollarse de una forma excesiva, endureciéndose y tensionando los tejidos circundantes. Se puede decir que la contractura capsular es como una alergia, una reacción desproporcionada del sistema autoinmune del organismo.
¿Cuándo se produce la contractura capsular?
Todos los estudios indican que este desarrollo excesivo de la membrana de colágeno está ligado a la presencia de biofilm.
El biofilm o mejor dicho en español biopelícula es un ecosistema conformado por una serie de bacterias que se adhieren a una superficie para formar una comunidad, en este caso el biofilm se adhiere a las paredes del implante, siendo esta presencia la que trata de destruir el sistema autoinmune y no al implante en sí mismo.
Pero ¿de dónde salen las bacterias que posteriormente formarán el biofilm? Los principales focos de estas bacterias se encuentran en el pezón y la areola y también en la axila (este es uno de los motivos por los cuales el implante se hace a través del surco submamario y no de la axila).
Clasificación de contracturas capsulares
Dependiendo del grado de desarrollo de la contractura capsular se establecen cuatro niveles según la escala de Baker:
- Nivel I.- La mama tiene una apariencia normal y es blanda al tacto.
- Nivel II.- La apariencia de la mama sigue siendo normal pero es algo más dura.
- Nivel III.- La distorsión de la mama es visible y el implante puede palparse.
- Nivel IV.- La mama ha adquirido una gran dureza y su deformación es evidente a la vista. Aparte de esto se vuelve incómoda y dolorosa.
Es evidente que el situar una contractura en un nivel u otro es muy subjetivo.
¿Cómo evitar la contractura capsular?
La mayoría de las acciones para evitar la contractura capsular se han de tomar en el quirófano. La desinfección, el respeto del campo estéril, seguir los protocolos a rajatabla por parte del cirujano y sus ayudantes…
- Utilización de Implantes microtexturizados. Según las estadísticas los implantes lisos tienen mucha más incidencias de contracturas capsulares que los que tienen textura.
- Colocación subpectoral de la prótesis en lugar de subglandular así se evita el contacto directo de la prótesis con la glándula mamaria que es también uno de los principales focos de bacterias para el biofilm.
- Cubrir el pezón y la areola durante la operación con un apósito evitará en gran medida que sus bacterias pueda pasar a las prótesis.
- Tras la apertura y preparación del bolsillo se procede a lavarlo con una solución yodada antibacteriana.
El implante mamario será sacado de su estuche estéril únicamente por el cirujano (que previamente se habrá colocado unos guantes estériles nuevos) inmediatamente antes de ser implantado. El implante lo sumergirá en una solución de yodo (desinfectante) y nadie excepto el propio cirujano lo tocará. - La autoexploración de la mujer será la mejor arma tras la intervención, ya que ella mejor que nadie irá percibiendo si se producen cambios en la forma y textura de sus mamas y si esto se produjera acudirá inmediatamente al médico para que tome medidas.
- Por supuesto hacer las revisiones indicadas por el médico también será necesario.
Un mito sobre la contractura capsular
Es falso que por masajear los pechos después de la operación se pueda prevenir la contractura capsular, como hemos visto el problema es el biofilm y no conseguiremos eliminarlo con masajes.
Lo que sí que podría según algunos profesionales (hay otros que no están de acuerdo) ayudar a prevenir el encapsulamiento sería el drenaje linfático ya que con este se reducirá la inflamación postquirúrgica de la mama que podría influir en la contractura capsular.
¿Cómo solucionar una contractura capsular?
En los primeros niveles de contractura se puede intentar atajar esta mediante el uso de antibióticos, en estadios más avanzados se utilizan sesiones de ultrasonidos que provocarán microroturas en la cápsula, permitiendo la llegada de los antibióticos al biofilm.
También se pueden utilizar otros medicamentos como los indicados para el asma y los corticoides, que estabilicen el sistema autoinmune. El tiempo es fundamental para tener éxito con los medicamentos, si la contractura es tratada durante las primeras semanas de su desarrollo hay muchas posibilidades de que se detenga, de ahí que sea importante el seguimiento de la paciente una vez pasada la intervención de implantes mamarios.
Cuando la contractura ya está avanzada la solución será recurrir a una cirugía mamaria secundaria en la que la prótesis será reemplazada.