Liposucción, una buena opción para eliminar exceso de grasa
28 septiembre, 2016//
La liposucción no es un tratamiento contra la obesidad, está encaminada a quitar los cúmulos de grasa localizados en las caderas, los muslos y el abdomen principalmente que no es posible mediante una dieta y ejercicio físico, también se utiliza para otras zonas menos frecuentes como brazos, rodillas y diversas áreas de la cara. Veamos que opciones tenemos:
Liposucción convencional
La liposucción convencional se realiza con anestesia general. Se hace un dibujo sobre la piel de las zonas a tratar y se practican unas pequeñas incisiones por donde se va introduciendo una cánula que está conectada a una bomba de vacío que extraerá la grasa a la que se accede con unos movimientos de vaivén, en los primeros tiempos la aspiración incluso se realizaba con jeringuillas.
Liposucción Tumescente
Esta variante de la liposucción inventada por el dermatólogo californiano Jeffrey Klein en 1985 consiste en la introducción de una gran cantidad de líquido compuesto por lidocaína, epinefrina y anestésico local con ello se consiguen varios objetivos:
- Endurecer y ensanchar los compartimentos de grasa.- lo que permite al cirujano una extracción más fácil de la grasa.
- Extraer la grasa de los compartimientos más superficiales, que no era posible con la técnica de liposucción tradicional.
- Contraer temporalmente los vasos sanguíneos.- Este efecto debido a la epinefrina hace que el sangrado sea menor, del orden de 15 a 30 ml y reduce la inflamación y los moretones que se producen durante la misma.
- Se utilizan cánulas más finas.- de 0,2 cm o 0,3 cm que acceden a las zonas a tratar por unas incisiones de 0.4cm.
Pero la introducción de lidocaína tiene que hacerse de forma muy controlada ya que puede tener efectos secundarios importantes y hay que evitar la acumulación de líquido en los pulmones.
Liposucción con ultrasonidos
Con los ultrasonidos se destruyen los adipocitos, siendo más fácil la posterior aspiración de la grasa.
Existen dos formas de realizarla:
- mediante la introducción de una varilla metálica que emite los ultrasonidos (liposucción ultrasónica interna)
- mediante la aplicación de una placa metálica sobre la piel (liposucción ultrasónica externa).
El problema de esta técnica es que no solamente eleva la temperatura de los tejidos grasos sino que también se aumenta la temperatura de los vasos sanguíneos con el consiguiente peligro de coágulos que bloqueen la circulación y provoquen lesiones. También los nervios periféricos pueden verse afectados, sobre todo con la liposucción ultrasónica interna. Los pacientes pueden sentir un entumecimiento prolongado debido a lesiones de los nervios sensoriales. Hay muchos profesionales que no recomiendan esta técnica para cuello, cara, piernas y brazos ya que ven mayores los riesgos que los beneficios que aporta.
Liposucción con láser
Está técnica que empezó a utilizarse en 1994 consiste en incorporar en la cánula una micro cámara con la que se guía la operación y un dispositivo láser. Al igual que con los ultrasonidos el láser eleva la temperatura de las células grasas para romperlas y liberar su contenido. Posteriormente se aspirará la emulsión grasa de forma convencional.
Liposucción – el posoperatorio
Tras la operación los pacientes podrán irse a casa y realizar una vida normal, pero en las primeras semanas se deberá:
- Evitar hacer esfuerzos y se llevará una faja especial o unas compresas elásticas, dependiendo de la zona que le indicará el cirujano, con esto se consigue equilibrar las irregularidades del contorno que se producen. Se recomienda usar ropa holgada.
- Es muy recomendable que se hagan masajes linfáticos con los que se ayudará a drenar los líquidos que no han sido aspirados durante la operación.
- El dolor se controla fácilmente con analgésicos y también resultan de gran ayuda los masajes de drenaje linfático a este respecto.
Los resultados podrán verse a partir de los dos meses pero habrá que esperar a los seis meses después de la operación para ver el aspecto definitivo. Aproximadamente un 10% de los pacientes requerirán una segunda intervención para retocar las zonas tratadas, estos retoques no se realizarán nunca antes de los cuatro o seis meses desde la primera intervención, cuando los resultados finales ya serán visibles.
Historia de la Liposucción
Es en 1974 cuando el ginecólogo italiano Giorgio Fischer desarrolló esta técnica que tres años más tarde el cirujano francés Gerard Yves Illouz la puliría y aplicaría a fines estéticos, fue Illouz el que acopló un aspirador a una cánula mediante la cual y con movimientos bajo la piel extraía la grasa de los cúmulos.
Con el tiempo se fueron perfeccionando los instrumentos utilizados, la forma y el tamaño de las cánulas, así como el tipo de aspiradores. También se incorporaron nuevos instrumentos como un aparato neumático que hace el movimiento de vaivén de forma automática y aparatos laser y de ultrasonidos para romper las moléculas de grasa. Pero sobre todo lo que más se innovaron fueron las técnicas y la descripción de los protocolos a seguir.