Los lipomas cutáneos son unos tumores benignos que consisten en acumulaciones de tejido adiposo (graso) bajo la piel, son redondeados, blandos y al tocarlos se desplazan. Suelen aparecer en personas de más de 40 años, sobre todo en la espalda donde se forman bolas de grasa de 1 a 6 centímetros que generalmente están encapsuladas, evidenciándose en el exterior como un bulto redondeado. Pueden aparecer también en cualquier otra parte del cuerpo (pecho, brazos, cuello, etc.).
Hablamos de lipomas cutáneos cuando se sitúan bajo la piel a poca profundidad pero pueden aparecer lipomas a mayor profundidad por todas las partes del cuerpo: lipoma intestinal, cardiaco, gástrico, etc.
Los lipomas cutáneos no suelen ser dolorosos, pero podría darse el caso de que se infectaran, entonces se producirá un enrojecimiento, con inflamación y es posible que cierto dolor. El tratamiento a seguir entonces será con antibióticos.
Los lipomas son de crecimiento lento, muchas veces pasarán desapercibidos durante años hasta que alcanzan un tamaño considerable.
Causas de los lipomas
La causa exacta de la formación de un lipoma no está muy clara, pero sí que existen evidencias de algunos factores de riesgo:
- Genética.- Hay una clara propensión a heredar los lipomas.
- La edad.- Se dan mucho más entre personas de entre 40 y 60 años, siendo muy raros en los niños.
- El alcohol.- Los grandes consumidores de alcohol tienen estadísticamente muchos más lipomas que el resto de las personas.
- Enfermedades.- Algunas enfermedades como la “enfermedad de Krabbe” y otras enfermedades del hígado se caracterizan por la frecuente formación de lipomas.
- Traumatismos.- Algunos lipomas se forman en zonas donde se ha sufrido un traumatismo.
- Sobrepeso.- Aunque también se dan en personas delgadas, las personas con sobrepeso tienen muchas más posibilidades de tener lipomas. Mientras que si ganamos peso aumenta el riesgo de lipomas, cuando perdemos peso los lipomas estos no desaparecerán y encima muchos de ellos se harán más visibles.
Lipomatosis
En ocasiones se presentan numerosos lipomas agrupados en la misma zona del cuerpo o a veces algo desperdigados, cuando esto sucede hablamos de lipomatosis. Mientras que los lipomas sueltos son más comunes en las mujeres, la lipomatosis suele afectar más a los hombres.
Tipos de lipomas cutáneos
Los lipomas vamos a llamarlos puros se componen únicamente por células adiposas, pero pueden darse casos en los que se produzcan formaciones que incluyan tejido adiposo y otro tipo de tejido:
- Fibrolipomas.- Estos tumores benignos estarán compuestos por las consabidas células de grasa y por tejido fibroso (conectivo). Se suelen ubicar alrededor de la boca.
- Angiolipomas.- Los vasos sanguíneos se extienden por dentro del tejido adiposo. Pueden ser bastante dolorosos.
- Lipoma de células fusiformes.- Con una mezcla de células fusiformes (en forma de huso), tejido adiposo y moco. Es algo más duro al tacto el lipoma puro, hay que distinguirlo del liposarcoma que tiene un potencial de metástasis y se desarrolla de una forma más profunda, mientras que este es un tumor benigno que se localiza cerca de la piel.
Hay otros tipos de lipomas pero no suelen situarse cerca de la piel.
Tratamientos de los lipomas cutáneos
Existen dos técnicas quirúrgicas para eliminar los lipomas cutáneos y un tratamiento en el que no se recurre a la cirugía:
- Liposucción.- Se introduce una aguja conectada a un aspirador y se procede a realizar movimientos de vaivén por todo el lipoma con el que se conseguirá y rompiendo el lipoma en pequeños fragmentos que podrán ser aspirados, como si se tratara de cualquier otra liposucción. El problema que presenta esta técnica es que suelen quedar restos y hay peligro de que se reproduzca.
- Extirpación.- Se efectuará un corte (normalmente horizontal) todo lo largo del lipoma por donde se extirpará todo el lipoma para posteriormente dar los puntos de sutura correspondientes. Si se hace adecuadamente es posible separarlo en un único volumen de los tejidos adyacentes, con lo que se asegura que no quedarán restos.
Esta sencilla operación que se realiza con anestesia local es la opción más indicada. En el caso de lipomatosis y dependiendo del número de lipomas a extirpar se necesitará más de una intervención quirúrgica. - Esteroides.- Es posible inyectar en el propio lipoma esteroides, con lo que se reducirá su tamaño pero raramente se conseguirá eliminar por completo.
Diferenciar un lipoma cutáneo
Los lipomas son fácilmente diferenciables de otras afecciones cutáneas para un especialista básicamente por cuatro razones:
- Color.- Un lipoma no presentará color alguno de forma externa (salvo que haya una infección con lo que aparecerá rojizo).
- Movilidad.- Se podrá mover fácilmente con una pequeña presión del dedo.
- Dolor.- No causa dolor a no ser que se localice cerca de un nervio al cuál esté oprimiendo o exista una infección.
- Dureza.- Es blando al tacto, aunque como hemos visto hay algún tipo de lipoma que es más duro.
Como suelen ubicarse de forma muy superficial, con estas simples observaciones el médico podrá diagnosticarlo, aunque ocasionalmente si el lipoma está algo más profundo se puede recurrir a una ecografía.