Body positive y body neutral son dos tendencias estéticas que han surgido como respuesta a los cuerpos modelados a golpe de bisturí. Aunque ambas pretenden visibilizar los físicos reales no perfectos, la primera exige que el cuerpo sea alabado a todas horas, mientras que la segunda solo quiere que cada individuo se acepte tal y como es, sin más. No obstante, también hay quienes que no se sienten a gusto con ninguna de estas dos opciones y necesitan corregir esos defectillos que les incomodan mediante la Cirugía Plástica y Estética.
Diferencias entre el body positive y el body neutral
El body positive consiste en reivindicar todo tipo de cuerpos (más o menos gruesos, con cicatrices, arrugas, etc.) y que cada uno valore sus propias imperfecciones. Surgió en los años 60 del siglo XX en Estados Unidos en contraposición al body shamming, en el que las personas se avergonzaban por no cumplir las normas de belleza del momento.
Esto genera ansiedad a muchos de sus seguidores ya que se ven en la necesidad de pensar siempre que su cuerpo imperfecto es estupendo. Famosas como la actriz y presentadora española Tania Llasera o la cantante estadounidense Taylor Swift han manifestado no identificarse con el #bodypositive e, incluso, lo han calificado como tóxico porque se sentían obligadas a gustarse cada segundo.
Por eso, se lanza el movimiento del body neutrality a modo de contestación del positive. Aunque ambos rechazan los estándares de belleza, para el neutral el cuerpo le es indiferente y no presiona a sus incondicionales a estar siempre satisfechos con su físico como a los positive. Los neutral creen que sentirse bien consigo mismos nada tiene que ver con la apariencia, sino que va más allá.
El culto a la belleza y la gordofobia
Mientras unos pasan la mayor parte de las horas del día mirándose al espejo, escogiendo la dieta, yendo al gimnasio, aplicando cremas y viendo qué pueden mejorar con la ayuda de un cirujano plástico, ottos no dan ninguna importancia a su físico.
Existen cuerpos extradelgados, delgados, normales, gruesos y extragruesos. Unos se ven gordos sin estarlo, otros no paran de variar de peso y otros están claramente pasados de kilos. Hay los que se frustran por estar gordos y a los que no les preocupan siquiera los problemas de salud que esto les puede acarrear. Todos esos físicos “distintos” suelen ir acompañados de complejos, a parte del rechazo de los demás.
La gordofobia se puede definir como la actitud que discrimina -de forma consciente o inconsciente- a los que son obesos. En una sociedad en la que existe un alto índice de culto a la hermosura no son aceptadas de la misma manera las personas bellas y delgadas que las menos agraciadas y rellenitas. Todo el mundo prefiere rodearse de personas atractivas.
Es una realidad que a los individuos muy gruesos no se les ofrecen iguales oportunidades, ni encuentran pareja con idéntica facilidad que el resto. Sin embargo, hay quienes ignoran las normas estéticas, se sienten orgullosos de sus curvas y obvian la presión estética.
Es importante hacer el ejercicio de repensar sobre la relación de cada uno con su propio cuerpo y aceptarse tal y como se es. En caso contrario, habrá que poner remedio a la situación porque esa inconformidad generará complejo y muchos problemas derivados.
La aceptación social frente a lo diferente
Hasta hace unas décadas solo entraban en el mundo de la moda chicas extradelgadas y con un rostro bello. Actualmente, en las portadas de las revistas y en las pasarelas se encuentran mujeres con otras tallas y con físicos distintos. Ya no se aprecia tanto la belleza de la modelo como el atractivo que posea.
Este es el caso de la española Rossy de Palma, que alcanzó éxito en el mundo del cine y la publicidad precisamente por su peculiar nariz. También se hizo un hueco en la moda la canadiense Winnie Harlow que padece vitíligo, enfermedad que despigmenta la piel. Además, en esta chica se evidencia más porque es de raza negra. Cuando Winnie comenzó su carrera como modelo, el maquillador se preguntó si debía ocultarle las manchas, pero esa era precisamente su particularidad. Ahora, ella posa orgullosa y ha aprendido a aceptarse. Atrás quedaron los años en que le hacían bullying en el colegio y la llamaban vaca” por las manchas de su cuerpo.
La escritora y filósofa americana Susan Sontag manifestó: “No es el deseo de ser hermosa lo que está mal, sino la obligación de serlo”. Tan respetable es cuidar el físico como no hacerlo y no hay que cuestionar a aquellos que recurren voluntariamente a la Medicina para mejorarlo. Gracias a la Cirugía Plástica y Estética podemos librarnos de ciertos defectos que nos hacen sentir mal. No todos gestionamos de la misma manera las imperfecciones que nos impiden vivir con normalidad,
0 comentarios