Es bastante frecuente que las orejas se encuentren despegadas de la cabeza. A muchas personas esto les puede acomplejar y suelen ser objeto de bromas de mal gusto por ello. Existe una sencilla operación de Cirugía Plástica que pone remedio a este problema y devuelve la confianza a quien lo padece.
Cómo son las orejas
Los pabellones auditivos, llamados vulgarmente “orejas”, son dos dilataciones laminares situadas cada una a un lado de la cabeza. Pueden ser más o menos grandes y más o menos prominentes, pero cuando se encuentran demasiado despegadas no queda bonito.
Se trata de unas estructuras cartilaginosas (formadas por cartílago y piel) cuya función es captar las vibraciones sonoras y dirigirlas hacia el interior del oído. Las partes de la oreja son:
- La concha: es la depresión que se encuentra en la parte media, que tiene forma de embudo.
- El hélix: es el borde exterior del pabellón auditivo.
- El lóbulo: es la parte inferior de la oreja, lo más flácido y blando.
Diferencias entre orejas
Aunque las orejas del ser humano varían, ninguna es igual a otra, no se diferencian tanto como las de los animales. En el reino animal, además de poseer la capacidad de orientarlas para captar bien los sonidos, su morfología varía mucho. Las hay de pico y bien definidas, como las de los gatos; grandes y disparadas, como las de los zorros; colgantes y redondas, como las de los elefantes; ajustadas y redondas, como las de los roedores e, incluso, algunas especies como el desmán, carecen de ellas.
Sin embargo, en el género humano las variaciones atienden fundamentalmente a tres categorías:
- Forma: verticales, redondeadas, puntiagudas, en forma de caracol, inclinadas y de lóbulos prominentes.
- Proyección: pegadas o separadas.
- Tamaño: pequeñas, medias y grandes.
Orejas famosas
Además de los inmensos pabellones aditivos de Dumbo, bien conocido por todos, hay muchas otras orejas famosas:
- Las de la actriz Audrey Hepburn podrían resultar algo grandes, pero en su caso crean una gran armonía con su rostro cuadrado y sus ojos redondos. Su hijo manifestó que a pesar de que su madre tenía un cúmulo de defectos, sin embargo, era preciosa.
- La actriz estadounidense Kate Hudson no oculta sus orejas de soplillo, es más se peina casi siempre con el pelo recogido.
- Miley Cyrus, la Hanna Montana tan querida por los niños, posee unas buenas orejas de soplillo.
- El olímpico nadador Michael Phelps tiene unos pabellones auditivos grandes y despegados. Sin complejos…
- Kristen Stewart, la Bella de Crepúsculo, luce unas orejas de un tamaño considerable.
- Will Smith, actor americano con genio y figura, tampoco puede decir que sus orejas sean pequeñas…
- Por supuesto, hay que mencionar a Carlos de Inglaterra, que poco puede disimular sus pabellones auditivos desmesurados, pero parece que se ha sometido a una otoplastia para que cesen los comentarios.
- La oreja del pintor Van Gogh es conocida por otra triste circunstancia, pero ha inspirado el nombre de un grupo vasco.
Corrección de las orejas mediante Cirugía Plástica. La otoplastia
No hay ningún problema en retocar los pabellones auriculares porque, aunque tienen musculatura, se encuentra prácticamente atrofiada y casi no se pueden mover. No es como en caso de los animales que los revuelven a voluntad para captar las ondas sonoras.
Las orejas de soplillo se pueden dar de forma bilateral o unilateral. De cualquier manera, son un motivo de burla entre los pequeños e, incluso, entre los mayores y puede acarrear complejos. Si se tiene pelo largo esto es más fácil de disimular, pero cuando se lleva corto o se carece por completo de él no hay nada que hacer.
La operación para corregir las orejas de soplillo se denomina otoplastia, cuyo término se construye mediante el prefijo “oto”, que significa oreja; y, “plastia”, que remite a forma. Hay más de 50 técnicas para llevar a cabo la otoplastia, pero la más habitual es la resección de piel, cuya cicatriz posterior se hace imperceptible con el paso del tiempo.
Durante la intervención se puede aprovechar para modificar la forma y el tamaño de las orejas si fuera necesario. Esta es una de las pocas operaciones que se indican a niños menores ya que no supone riesgos y les puede evitar disgustos desde bien pronto. Lo otoplastia ofrece muy buenos resultados y además son permanentes, siendo la mejor opción.
Actualmente, se está realizando mucho la técnica Erfold, que consiste en insertar un implante de níquel y titanio para corregir la posición de la oreja. La ventaja respecto a la otoplastia es que no requiere de cirugía y, además, es reversible. Si en algún momento se quiere, se pueden retirar los implantes.
Si tiene las orejas demasiado despegadas de la cabeza y ello le disgusta, pida cita con un cirujano plástico para que le dé mejor la solución en su caso.
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