Las segundas cirugías son aquellas que se realizan en una zona que, al menos, se ha operado una vez con anterioridad. Se denominan también cirugías secundarias o correctivas. El objetivo de las mismas es corregir los defectos originados tras una primera intervención. También puede que no se hayan cumplido las expectativas del paciente y/o el médico, o que el propio paciente haya cambiado de idea. El cirujano plástico será quien valorará la conveniencia de retocar el trabajo previo, sea o no él quien lo haya realizado con anterioridad.
¿Por qué son necesarias las segundas cirugías?
Las causas por las que se puede necesitar volver a pasar por el quirófano para tocar la misma zona del rostro o del cuerpo son diversas:
- Han surgido defectos secundarios a la cirugía, algunos pueden derivarse de la falta de pericia profesional mientras que otros se deben a la evolución natural.
- La persona se ha arrepentido de haberse operado. Hay quienes no se hacen a la idea de cómo cambiaría su rostro o su cuerpo y, al ver su nuevo aspecto, quieren revertir lo intervenido. Esto es más frecuente en las operaciones extremas, como las tallas XXL de pecho que quedan exageradas y rozan la ordinariez. Tenemos el ejemplo de Pamela Anderson y otras muchas mujeres que, tras colocarse unos implantes gigantes, decidieron quitárselos.
- No haber quedado satisfecho con el resultado de la primera cirugía. Tanto el médico como el paciente después de haber dejado pasar un tiempo y comprobar que se ha asentado bien lo operado, se dan cuenta de que podría mejorarse.
- Una mala praxis. Cuando un cirujano no es lo suficientemente experimentado, no posee los medios para llevar a cabo la intervención con seguridad o no tiene la titulación necesaria, puede provocar graves desperfectos a la persona intervenida, que otro especialista tendrá que arreglar.
- La evolución natural del organismo. Todo en el cuerpo tiende a descolgarse y, aunque alguna zona se haya retocado previamente, no lucirá igual la operación realizada al cabo del tiempo.
¿Cuáles son las segundas cirugías más frecuentes?
La segunda mamoplastia de aumento puede deberse a varias razones:
- Recambio de prótesis. Aunque los implantes cada vez son mejores y tienen una mayor duración y fiabilidad, puede ser que se deterioren, se rompan, se encapsulen o se desgasten y se haga necesario reemplazarlos.
- La prótesis se ha desplazado. A veces, el implante se mueve de su sitio y hay que volver a dejarlo en su lugar original.
- Han surgido pliegues o arrugas en los senos. Ocurre cuando las prótesis se ondulan y estas sinuosidades se transmiten a la superficie de los pechos. Es lo que se denomina rippling.
- La persona cambia de opinión respecto al volumen de su busto y no le agrada su nuevo aspecto. Pueden darse los dos casos, que la paciente desee darle más volumen o que prefiera disminuirlo.
- Las mamas se han caído con los años y, a la vez que se elevan a través de la operación denominada mastopexia, se reemplaza el implante.
La segunda rinoplastia se suele realizar por las siguientes causas:
- El tabique nasal ha quedado torcido.
- No se ha obtenido el resultado esperado.
- La punta de la nariz es demasiado corta y se encuentra pinzada.
- La nueva nariz es demasiado respingona y poco natural.
La segunda liposucción:
Lo ideal es que la persona que se ha sometido a una liposucción se cuide y mantenga el peso para que intentar evitar que aparezca la piel de naranja. Sin embargo, hay pacientes que, al cabo de unos meses, notan de nuevo los cúmulos de grasa.
Se puede reintervenir siempre y cuando el médico considere que el estado del tejido, la fibrosis y la flacidez de la zona es correcto.
¿Cuándo se deben realizar las segundas cirugías?
El médico será quien valore el momento más adecuado para practicar una cirugía secundaria. Hay que dejar pasar el postoperatorio y un tiempo prudencial para que todo se asiente bien y ver cómo evoluciona la zona operada.
Solo se realizarán las segundas cirugías cuando tanto el médico como el paciente estén de acuerdo. Si la persona no confía en el diagnóstico del cirujano plástico podrá contrastar con la opinión de un segundo profesional.
El paciente debe estar seguro de que desea pasar de nuevo por el trance de entrar en un quirófano para cumplir sus expectativas estéticas. Si el profesional que le atiende es honesto y responsable, le explicará bien los pros y los contras y se comprometerá a realizar una cirugía secundaria en caso de que la primera no haya quedado bien o deba resolver una posible deformidad o complicación derivada de ella.
El intrusismo profesional, la mala praxis o la agresividad quirúrgica pueden obligar a pasar de nuevo por el quirófano. Si usted no está satisfecho con una operación previa, acuda a la consulta de un buen cirujano plástico para que le aconseje la mejor solución.
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