Las deformidades de los senos, o anomalías mamarias, son variaciones en la forma, tamaño, posición o estructura de los senos que pueden deberse a factores congénitos, a un desarrollo anómalo durante la pubertad, o a cambios adquiridos como consecuencia de una enfermedad, un trauma o una intervención quirúrgica. Mediante la Cirugía Plástica y Estética estos problemas se pueden corregir.
Tipos de deformidades en los senos
No todas las deformidades mamarias son iguales puesto que su procedencia es variada. A continuación, vamos a enumerar unas cuantos:
- Asimetría mamaria. Se produce cuando existe una diferencia notable en el tamaño o forma de los senos. Puede ser congénita o desarrollarse durante la pubertad. Factores hormonales, una lesión o una enfermedad pueden contribuir a su desarrollo. La solución está en la colocación de prótesis, la cirugía plástica de aumento o reducción mamaria o el lipofilling (transferencia de grasa autóloga).
- Senos tuberosos (o tubulares). Los pechos tienen una forma alargada, con una base estrecha y areolas agrandadas. Puede tener un origen congénito que se manifiesta durante la pubertad y la única forma de corregirlos es mediante una reconstrucción quirúrgica, que puede incluir expansión de tejido, implantes y corrección de areolas.
- Ginecomastia. Se produce un desarrollo excesivo de tejido mamario en hombres originando el aspecto de un busto femenino. La causa está relacionada con un desequilibrio hormonal, al uso de ciertos medicamentos, a enfermedades hepáticas e, incluso, al consumo de drogas. Dependiendo de la procedencia del problema se indicará un tratamiento hormonal, se cambiará la medicación o se recurrirá a la cirugía de reducción mamaria.
- Polimastia. Se refiere a la presencia de glándulas mamarias adicionales debido a condiciones congénitas. La única opción es una cirugía para eliminar las sobrantes.
- Politelia. Se trata de la presencia de pezones adicionales. Al igual que el caso anterior, se trata de una cuestión congénita y habría que quitarlos mediante cirugía.
- Senos retráctiles o invertidos. Estos pechos muestran pezones retraídos hacia adentro en lugar de proyectarse hacia afuera. Puede ser congénito o adquirido debido a fibrosis o enfermedades inflamatorias. Se pueden realizar ejercicios destinados a sacar los pezones, aplicar succión con dispositivos especializados o realizar una cirugía correctiva.
- Amastia y amazia. Cuando hay una ausencia total de tejido mamario y pezón se denomina amastia, mientras que amazia es la ausencia de tejido mamario pero con pezón presente. Las causas son congénitas, a menudo relacionadas con otras anomalías. La solución pasa por el quirófano, es decir, hay que abordar una reconstrucción mamaria, que puede incluir implantes o transferencia de tejido autólogo.
- Síndrome de Poland. Se trata de una condición congénita que se caracteriza por la ausencia parcial o completa del músculo pectoral mayor, lo que puede resultar en una deformidad del seno. Las causas son desconocidas, pero se cree que pueden estar relacionadas con problemas vasculares durante el desarrollo fetal. El tratamiento suele ser una cirugía reconstructiva, que puede incluir implantes mamarios y corrección del músculo pectoral.
Diagnóstico y evaluación de las deformidades en los senos
En general todas las deformidades anteriormente descritas son muy reconocibles por lo que es fácil hacer un diagnóstico acertado. No obstante, lo habitual es seguir estos pasos:
- Realizar un examen clínico. El médico evalúa la condición física del paciente para determinar si es apto para someterse a una intervención quirúrgica cuando lo considere necesario.
- Tomar imágenes diagnósticas. Las mamografías, los ultrasonidos o las resonancias magnéticas son de gran ayuda para evaluar la estructura interna de las mamas.
- Hacer una valoración hormonal. Esto es especialmente importante en los casos de ginecomastia para detectar los posibles desequilibrios hormonales.
Tratamiento de las deformidades en los senos
El tratamiento de las deformidades mamarias depende de la naturaleza y la severidad del caso, así como las preferencias y preocupaciones del paciente. Las opciones son:
- Tratamientos conservadores. Para casos leves o asimetrías menores se suelen considerar opciones no quirúrgicas como prótesis externas o ejercicios específicos.
- Intervenciones quirúrgicas. Varían desde procedimientos menores para corregir pezones invertidos hasta cirugías más complejas como la reconstrucción mamaria en senos tuberosos.
- Terapia psicológica. En muchos casos, el impacto emocional de las deformidades mamarias es muy importante, por lo que la ayuda psicológica es muy útil para manejar la autoestima y la imagen corporal.
Consideraciones psicológicas y sociales de las deformidades en los senos
Las deformidades mamarias pueden tener un gran impacto en la autoestima y la calidad de vida de una persona. Es fundamental abordar este tema con sensibilidad y proporcionar apoyo psicológico cuando sea necesario. Las intervenciones deben personalizarse para satisfacer las necesidades físicas y emocionales de cada paciente.
Las deformidades de los senos abarcan una amplia gama de condiciones que pueden afectar tanto a mujeres como a hombres. El diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado pueden mejorar de forma significativa la calidad de vida de los pacientes, abordando no solo las preocupaciones físicas, sino también las emocionales y psicológicas.
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