El aspecto físico es una cuestión que ha cobrado gran relevancia en la sociedad actual. No solo afecta a la manera en que las personas se perciben a sí mismas, sino también a cómo las ven y las tratan los demás. Esta problemática abarca distintos aspectos como la identidad, la cultura y el poder y tiene implicaciones en diversas áreas, desde la moda hasta la salud.

Cómo mejorar el aspecto físico

Muchos son los que pasan horas y horas en el gimnasio, cuidan la alimentación o siguen un régimen para verse (y que les vean) lo mejor posible. Para algunos se convierte en una verdadera obsesión y hacen lo que sea con tal de ser los más guapos, tener una buena figura o estar muy musculados.

Las clínicas de Cirugía Plástica y Estética no solo atienden a mujeres que desean redefinir su nariz, quitarse la celulitis, aumentar su pecho o levantarlo. Cada vez más hombres acuden a estas consultas para retocarse aquellos defectos con los que no se sienten a gusto.

Implicaciones del cuidado del aspecto físico

El cuidado del aspecto físico es una cuestión pública que, aunque no lo parezca, tiene diversas implicaciones:

• Normas sociales y estándares de belleza. Los estándares de belleza varían según la cultura y la época, pero también están influidas por los medios de comunicación y la industria de la moda. Esto puede implicar presiones sociales que afectan a la autoestima y a la salud mental, provocando trastornos alimentarios y ansiedad. La lucha contra estos estándares se ha intensificado con movimientos que promueven la aceptación del cuerpo y la diversidad en la representación.
• Interseccionalidad y cuerpo. El aspecto físico también se entrelaza con cuestiones de raza, género, edad y clase social. Las experiencias relacionadas con el cuerpo son diferentes según el contexto social y cultural. Por ejemplo, las mujeres de raza negra a menudo desean tener la piel blanca y se la aclaran. En otros lugares se prefieren las personas rellenitas o con nariz grande.
• Salud pública y bienestar. Las campañas que promueven la salud a menudo se centran en el aspecto, lo que puede desviar la atención de factores más importantes como la salud mental y el bienestar emocional. Esto puede perjudicar a aquellos que no se ajustan a esos estándares.
• Redes sociales y cultura de la imagen. Las redes sociales han transformado la forma en que se percibe y se valora el aspecto físico. La constante exposición a imágenes editadas y filtradas puede afectar la autopercepción y fomentar la comparación. Los jóvenes se fotografían a todas horas y en todas situaciones y si no consiguen tantos likes como desean se frustran. Por eso, muchos no quieren mostrarse más que a través de la pantalla. Sin embargo, también han surgido movimientos que utilizan estas plataformas para desafiar los estándares tradicionales de belleza y promover una visión más inclusiva y realista del cuerpo humano.
• Implicaciones políticas y sociales. El aspecto físico es también un tema político. Las políticas de imagen, desde la publicidad hasta la representación en los medios, pueden perpetuar desigualdades. La lucha por la representación diversa en la publicidad y el entretenimiento no solo se trata de la estética, sino de una búsqueda de reconocimiento y derechos en el espacio público.

La película Sick of myself: la aprobación social y el aspecto físico

Sick of Myself es una cinta noruega de 2022 dirigida por Kristoffer Borgli que mezcla la comedia y el drama psicológico. La protagonista es Signe, una joven que se siente cada vez más atrapada en una relación tóxica con su novio que está ganando reconocimiento como artista plástico. Para llamar la atención y desmarcarse de su pareja, Signe comienza a experimentar con la ingesta de unos medicamentos dañinos y mostrar unos trastornos ficticios para convertirse en el centro de las miradas.

Esta película explora diversos temas como la búsqueda de identidad, la desesperación por la validación social y las dinámicas de poder en las relaciones. Signe se adentra en su peligrosa obsesión, perjudicando su físico con el objetivo de sacar partido de su deterioro.

Sick of Myself no solo ofrece una crítica mordaz de las redes sociales y el arte contemporáneo, sino que también invita al espectador a reflexionar sobre sus propias motivaciones y el coste de la búsqueda de aprobación social. Nos hace pensar en la salud mental y la autenticidad en un mundo cada vez más superficial.

El aspecto físico es una cuestión pública que abarca múltiples dimensiones. Afecta la identidad, las relaciones sociales y la salud mental, y está profundamente enraizado en contextos culturales y políticos. La discusión sobre el aspecto físico debe ir más allá de la superficialidad, fomentando una comprensión inclusiva que reconozca la diversidad y la complejidad de las experiencias humanas para avanzar hacia una sociedad más equitativa y comprensiva.