La Cirugía Plástica y Estética y la inteligencia artificial

Cirugía, Estética

La inteligencia artificial es una herramienta que está llegando a todas las disciplinas, incluida a la Cirugía Plástica y Estética. Aunque a priori pueda parecer una amenaza pensando en que pone en riesgo algunos puestos de trabajo o que puede quitar identidad a las creaciones más artísticas, lo cierto es que tiene muchas cosas positivas, que es a lo que realmente hay que atender. En Medicina ya un buen número de médicos se sirven de ella para tener “una opinión más”, para que les asista durante la operación o en el proceso del postoperatorio.

La Cirugía Plástica y Estética y la inteligencia artificial

La Cirugía Plástica y Estética y la inteligencia artificial

La IA, al igual que en otros campos de la ciencia, también está transformando el de la Cirugía Plástica y Estética. Cada vez los médicos la van aplicando más porque ofrece soluciones tanto en la práctica clínica como en la experiencia del paciente. En cualquier operación se llevan a cabo distintas fases y está comprobado que la inteligencia artificial puede ser útil en todas ellas. Veamos en qué medida pueden contribuir en cada una de estas etapas:

  • Diagnóstico. Los algoritmos de IA son capaces de analizar imágenes médicas y ayudar a los cirujanos a identificar los problemas estéticos o clínicos de sus pacientes, así como determinar las condiciones por las que podrían beneficiarse de un tratamiento u otro.
  • Planificación quirúrgica. La inteligencia artificial también sirve para simular resultados, permitiendo visualizar cómo sería la apariencia del paciente después de un procedimiento. Para ello, existe un software que crea simulaciones 3D y así se pueda tomar una decisión con mayor seguridad y minimizar el número de revisiones.
  • Modelado personalizado. Es posible utilizar IA para crear planes quirúrgicos personalizados, teniendo en cuenta las características de cada paciente y las mejores prácticas basadas en datos de cirugías previas.
  • Asistencia en cirugía. Los robots quirúrgicos equipados con IA pueden realizar procedimientos con una precisión milimétrica, reduciendo el riesgo de complicaciones e, incluso, de error humano y mejorando los resultados estéticos. Uno de estos robots es el Da Vinci, el sistema más avanzado del mundo que se lleva empleando ya desde hace años con excelentes resultados. Otro son las Google Glass, unas gafas de realidad aumentada con GPS, micrófono y Bluetooth que permiten al cirujano visualizar las constantes del paciente, consultar bibliografía médica en cualquier momento si le fuera necesario y conectarse con otros especialistas del mundo de forma remota.
  • Revisión de procedimientos. La IA puede procesar grandes volúmenes de datos sobre cirugías previas, lo que permite a los cirujanos optimizar técnicas y predecir resultados basados en características individuales del paciente, así como seleccionar los tratamientos más efectivos. Son muchos los médicos que se sirven de esta recopilación de datos y han afirmado que les han facilitado mucho la tarea a la hora de tomar decisiones.
  • Seguimiento postoperatorio. Diversas herramientas de IA sirven para monitorizar la evolución del paciente después de la cirugía, proporcionando alertas sobre cualquier posible complicación.
  • Educación y capacitación. Es interesante utilizar simuladores de IA para la formación de los cirujanos, lo que les permite practicar en un entorno virtual antes de operar en pacientes reales. De esta manera, la práctica será más segura, sin riesgos y en un entorno controlado.
  • Chatbots y asistentes virtuales. No es despreciable la posibilidad de implementar chatbots que utilicen IA para responder las preguntas de los pacientes. Además de lo que les diga su médico, esto les proporcionará una información más detallada sobre los procedimientos y la programación de citas.

Desafíos de la inteligencia artificial en la Cirugía Plástica y Estética

Hemos de reconocer todas las ventajas que supone el uso de la IA en la práctica de la Cirugía Plástica y Estética, pero también hay que tener en cuenta algunos “inconvenientes” que puede suponer.

  • Uno de ellos es la dependencia excesiva de la tecnología por parte del médico. Está bien confiar en las máquinas, pero puede hacer que el cirujano se relaje en su actividad y pierda un poco el criterio que le otroga la experiencia.
  • Otro tema que se plantea es la privacidad. La IA recibe gran cantidad de información de casos similares que le sirve para sacar conclusiones y determinar los mejores tratamientos a aplicar. Muchas personas se cuestionan la eticidad de esto y desconfían de que su uso no sea el correcto.

La tecnología avanza a pasos agigantados y, si se hace un buen uso de ella, nos ayudará en nuestro día a día. Hay cosas increíbles que hace no tanto parecían de ciencia ficción, pero en este momento están ayudando a mejorar cualquier diagnóstico y operación. Está comprobado que las aplicaciones de inteligencia artificial pueden contribuir a que la Cirugía Plástica y Estética sea más segura, efectiva y centrada en el paciente, mejorando tanto los resultados estéticos como la satisfacción general.

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