Alternativas a la cirugía de mamas hay muchas, pero todas son temporales. Algunas mujeres no contemplan la operación de aumento, disminución o elevación de senos, unas veces por falta de información y otras por miedo a entrar en un quirófano. Lo que está claro es que a todas les gusta tener un busto bonito e intentan hacer todo lo posible para conseguirlo.
Vamos a analizar distintas opciones, desde las más sencillas en que las usuarias actúan sin ayuda médica, hasta aquellas en que precisa la intervención de especialistas en estética.
El sujetador push-up y otras prendas de ropa
En ocasiones especiales se necesita lucir una talla más y recolocar los pechos. La solución más fácil e inmediata es utilizar el sujetador push-up, que como su nombre indica, levanta y aproxima las mamas. Esto, evidentemente, es de quita y pon. En los años 80 fue toda una revolución y todas las chicas deseaban tener ese sujetador.
Depende de la forma en que se utilicen las prendas se puede simular que se tiene mayor volumen en el pecho. Si se colocan flecos o volantes a los sujetadores, tops, camisetas o bañadores, el busto no parecerá tan plano.
Cremas para dar volumen al pecho
Numerosas cremas prometen aumentar el volumen de las mamas. Es lo que los fabricantes denominan “voluminizadores de senos”. Estos productos contienen extractos para nutrir los tejidos e hidratar y modificar la morfología del pecho. Como cualquier solución tópica, hay que ser estricto y aplicarlo a diario para que se pueda percibir algún resultado.
Ejercicios para la zona pectoral
Haciendo determinados ejercicios se puede reafirmar el busto. Aunque no es posible alterar el tamaño de las mamas, sí se puede producir un efecto de aumento. Si se trabajan los músculos de la zona pectoral, los senos parecerán más elevados y turgentes. Todas las mujeres que practican deporte tienen menos grasa y mantienen más firme su cuerpo en general.
Los ejercicios más adecuados para el busto son aquellos en los que intervienen los brazos y el pecho. Por ejemplo, las pesas en las que se aplica la fuerza, la natación o las flexiones en el suelo. Con todos ellos se aumenta el número de fibras musculares de la zona pectoral.
En el caso contrario, si lo que se desea es disminuir el tamaño de los senos sin recurrir al quirófano, habría que realizar actividades aeróbicas como correr, en las que interviene la respiración y sirven para quemar grasas.
Las inyecciones de suero fisiológico o “efecto Cenicienta”
El conocido como “efecto Cenicienta” es una forma rápida de aumentar las mamas. Se trata de inyectar una solución salina, es decir, suero fisiológico, en el borde de las areolas. Según la cantidad de suero que se aplique, se aumentarán los senos más o menos, pero suele ser solo una talla.
La absorción de esta solución salina es gradual, el cuerpo tarda unas 24 horas en eliminarla. Esta es la razón por la que se llama “efecto Cenicienta”, porque el aumento acaba a lo largo del día.
Los hilos quirúrgicos de polidioxanona
Los hilos quirúrgicos de polidioxanona también aumentan una talla de pecho sin necesidad de cirugía. Como en el caso de la solución salina, son reabsorbibles. La diferencia entre ambas técnicas es la durabilidad, ya que los hilos pueden durar casi 12 meses. Estos hilos se llevan utilizando en medicina estética desde los años 60. Sirven, además, para reafirmar la cara, las nalgas, los muslos y los brazos. Los primeros hilos eran de catgut (material utilizado en las suturas corrientes); después se emplearon los hilos bidireccionales, más tarde de polipropileno y poliláctico y, actualmente, son de polidioxanona (PDO). Estos últimos son los más seguros.
La función de los hilos de polidioxanona es favorecer la formación de nuevas fibras de colágeno y activar los fibroblastos y la síntesis de hialurónico endógeno. También se cree que ayudan a formar nuevos vasos sanguíneos.
Tras la operación es posible que se produzca una pequeña inflamación. A las 4 semanas se van formando fibras de colágeno alrededor del hilo que sirve de guía. A los 6 meses se reabsorbe completamente el hilo, pero el colágeno dura unos 6 meses más. Por eso, el efecto los hilos de polidioxanona es casi de un año.
Las hormonas para aumentar el pecho
Existen pastillas en el mercado que prometen aumentar los senos. El tamaño de las mamas está relacionado con las hormonas femeninas que producen los ovarios: estrógeno, prolactina y progesterona. Estos productos “milagrosos” son hormonas que se administran por vía oral, las mismas que se suministran a los hombres cuando cambian de sexo.
Hay que tener cuidado porque una sobrecara de estrógenos en el organismo puede ocasionar efectos secundarios adversos.
La terapia de vacío
La terapia de vacío es el único remedio no quirúrgico sin hormonas que da cierto resultado. Consiste en colocar alrededor de los senos unos sujetadores conectados a un sistema de vacío. De esta forma, se expande el tejido mamario y la piel. Se conoce como método BRAVA y es una terapia de succión.
El inconveniente es que el sujetador resulta bastante incómodo y se debe llevar muchas horas al día durante meses para obtener un resultado que se pueda apreciar.
La radiofrecuencia
La radiofrecuencia es una técnica muy utilizada en los centros de belleza para combatir la flacidez. Se aplica en muchas zonas del cuerpo, normalmente en la cara, los brazos y el pecho. Tiene efectos reafirmantes, rehidrata y nutre la piel.
En el caso de los pechos, mejora el aspecto y su tacto, potencia la fibra elástica, recupera la grasa y modela el volumen de la glándula mamaria. La finalidad de la radiofrecuencia es reparar la flacidez de la envoltura cutánea provocada por el paso del tiempo, el embarazo y/o los cambios de peso. Habrá que acudir a unas cuantas sesiones que tienen una duración de unos 10 minutos.
Está claro que todas estas soluciones para aumentar el pecho son transitorias, solo para salir del paso. Si lo que desea es subir de talla o tener un busto firme de forma permanente deberá ponerse en manos de un buen cirujano plástico.
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