La mal llamada «Celulitis» (posteriormente lo aclaro), es una de las preocupaciones sociales que más fomenta el desarrollo de estrategias de marketing para captar consumidores de productos dudosamente eficaces.
La celulitis se define como la inflamación del tejido celular subcutáneo y suele deberse a una causa infecciosa que precisa tratamiento antibiótico. Existen tipos de celulitis muy peligrosas para la persona, como las que se producen por un estreptococo beta hemolítico o aquellas localizadas en el suelo de la boca por infecciones dentarias.
La mal llamada celulitis no tiene nombre en nuestra terminología científica, puesto que no es ninguna enfermedad. Lo podemos identificar por su similitud como «piel de naranja» como término más apropiado.
Por tanto la piel naranja es una piel humana sana que parece la de la naranja. Es algo como el tono de bronceado o el color de los ojos. Aparecen en unas personas y no en otras como tantas y tantas manifestaciones fisiológicas dentro del organismo. Es el reflejo de algo que sucede en la hipodermis o tejido celular subcutáneo, donde hay adipocitos, nervios, capilares sanguíneos y linfáticos y tabiques de tejido conjuntivos que compartimentalizan este espacio. Cuando estos compartimentos son pequeños o están a tensión o un aumento de contenido, aparece la piel de naranja. También ocurre cuando los tabiques de tejido conjuntivo pierden sus propiedades elásticas, adoptando un patrón de fibrosis citatricial, situación irreversible que aparece en los estadios avanzados de la «piel de naranja». Es evidente que los tratamiento para modificar está piel de naranja han de ir dirigidos al «compartimento de la hipodermis (adipocitos y líquido linfático)».
El drenaje mecánico del líquido puede modificar el aspecto de la piel. Masaje manual o con rodillo y ejercicio físico, son las técnicas de elección.
La disminución de adipocitos (grasa de deposito) también modifican el aspecto de la piel. La dieta hipocalórica y la liposucción van a tratar este aspecto.
Tratamientos como lipoaspiración, lipoescultura, lipoterapia y otros son exactamente lo mismo con distinto nombre: extirpar adipocitos con una cánula fina dejando unas cicatrices inferiores a 0,5 cm. y eso es lo que hacemos los cirujanos plásticos. Reducimos la cantidad de adipocitos y la piel de naranja cambia de aspecto, puesto que se pierde volumen localizado en esas zonas en las que había compresión.
En mi experiencia, la piel de naranja aparece en determinadas personas a partir de la pubertad, teniendo causas constitucionales, genéticas imposibles de modificar de antemano, como la anatomía propia de la hipodermis o la cantidad de adipocitos (lipodistrofia), y algunas modificables, como el sobrepeso y la falta de ejercicio físico.
Considero que actualmente la liposucción es un magnifico tratamiento para modificar el aspecto de piel de naranja cuando la causa es el aumento de tejido adiposo en las celdillas de la hipodermis. En los demás casos donde no hay exceso adiposo, los tratamientos con radiofrecuencia, el drenaje linfático y otros tratamientos de aparatología puede mejorar la celulitis.