No hay ninguna duda de que tanto el cine como la moda han influido siempre en los gustos estéticos de las mujeres y los hombres. Los grandes actores y actrices y las modelos han dejado huella y marcado camino a su público. De hecho, no es extraño que en las clínicas de Cirugía Plástica y Estética se soliciten los labios de…, la nariz de… o los pechos de…

El cine y la estética

En los años 20 la gran mayoría de las actrices eran sofisticadas. Llevaban lujosos vestidos, fumaban con boquilla y andaban con garbo. La industria de la moda y la estética se adaptó para atender las necesidades de esas chicas que se aspiraban a ser como ellas. La melena de Lana Turner, los ojos de Brigitte Bardot, la boca de Marilyn Monroe y la nariz de Hedy Lamarr fueron imitados hasta la saciedad.

A mediados del siglo XX el cine de Hollywood y las revistas reflejaban un mundo ideal. Eran bellas chicas con curvas, galanes educados y guapos que ofrecían su mejor imagen al mundo. Sin embargo, en esos momentos, Europa comenzó a negarse a retratarse con maquillaje y surgió el neorrealismo italiano. Roberto Rossellini, Vitorio de Sica o Federico Fellini apostaron por la naturalidad y mostraban la sociedad tal y como era, sin tapujos. Las mujeres de sus películas gritaban, vestían “de andar por casa” e iban desaliñadas, sin dejar de resultar atractivas, a pesar de ello.

Ya en los últimos estertores del siglo XX las mujeres y los hombres que aparecían en la gran pantalla eran más o menos delgados y arreglados, pero se empezaron a aceptar a aquellos que no retocaban tanto su imagen y dejaban algunas arrugas para que el público se identificara con ellos.

La moda y la estética

La moda en las primeras décadas del siglo XX fue bastante homogénea. Las mujeres no salían de los conjuntos de falda y chaqueta en los que solo cambiaba su longitud y los hombres, excepto corbata o pajarita, poco variaban. Sus peinados también estaban muy estandarizados. Las mujeres pasaron de peinarse a lo garçon en los años 20 al cabello largo. Los hombres nunca dejaban crecer el pelo porque parecían descuidados.

Sin embargo, en los años 60, con la época de bonanza, se dio alas al ocio e irrumpieron los Beatles con sus “melenas”. Fue toda una revolución y, a partir de ahí, un no parar de extravagancia e imaginación. Llegó el heavy, con sus verdaderas cabelleras, dejando al cuarteto de Liverpool en nada en cuanto a atrevimiento.

La moda de entonces refleja esa sociedad cambiante que se interesa rápidamente por la minifalda inventada por Mary Quant. Atrás quedan las curvas y largas melenas de actrices como Marilyn Monroe o Gina Lollobrigida y dan paso a una nueva estética que encarnaba la modelo británica Twiggy, con su pelo corto, su delgado cuerpo y su aspecto aniñado.

En los 60, el corte pixie de Jean Seberg y su “vestimenta corriente” en Al final de la escapada, fue toda una revolución. Más tarde, en los 70, con la moda hippy, las actrices se atrevieron con una estética desenfadada, faldas cortas y colores. En los 80 se impuso la moda del negro, la tendencia gótica.

Como las modas vienen y van, unos años mandan las mujeres con curvas y, los siguientes, las rellenitas. Durante las décadas de los 80 y 90 era difícil encontrar en las pasarelas chicas que tuvieran una talla superior a la 38, casi todas eran extremadamente delgadas. La escritora catalana Maria Aurèlia Capmany dice así en su texto Antifémina:

“La delgadez ha sido bella siempre o por lo menos bellamente espiritual o por lo menos elegante y aristocrática. Las mujeres amadas siempre fueron ligeras, etéreas, frágiles. La mujer rolliza entró, en el mundo del arte, por la comedia.”

Aunque puede que alguien no esté de acuerdo con esa definición de la delgadez…

La estética y la Cirugía Plástica

Sin duda, la Cirugía Plástica está bien relacionada con la estética. De hecho, la especialidad lleva también el nombre de Estética. Corregir una nariz torcida o demasiado grande, aumentar unos pechos pequeños, quitar la grasa localizada del cuerpo o eliminar las arrugas del rostro son operaciones de lo más solicitadas.

La Cirugía Plástica y Estética no solo le ayudará a verse mejor, sino a recuperar su confianza. Cuando alguien se siente mal con su físico, suele retraerse y no lleva una vida plena. No solo conseguirá más éxito en el plano amoroso, sino que en el aspecto profesional también le irá mejor.

Si no se encuentra a gusto con alguna parte de su cara o de su cuerpo y está pensando en corregirlo, solicite una cita en una clínica de Cirugía Plástica y Estética para que le aconsejen lo mejor en su caso.