La cirugía de pómulos, también conocida como malarplastia, es un procedimiento estético diseñado para mejorar la apariencia facial y proporcionar una apariencia más equilibrada y juvenil. Las razones que pueden llevar a una persona a decidirse por esta intervención son diversas razones, desde el deseo de aumentar o disminuir el volumen de los pómulos, hasta corregir asimetrías.
Cómo conseguir unos bonitos pómulos
Esta intervención es cada vez más solicitada y son numerosas las famosas que se han sometido a ella con unos magníficos resultados. Según va pasando el tiempo, el rostro se va modificando, va perdiendo elasticidad y todo en él se va descolgando. Los pómulos prominentes suelen asociarse con juventud y vitalidad y solo a través de esta cirugía se pueden conseguir.
Tipos de cirugía de pómulos
Existen diferentes maneras de abordar una cirugía de pómulos:
- Uso de implantes. Este es uno de los métodos más comunes. Implica la inserción de prótesis de silicona, Gore-Tex o Medpor para aumentar el volumen de los pómulos. Los implantes se colocan a través de incisiones pequeñas, generalmente en la boca o en la parte inferior de los párpados, minimizando así las cicatrices visibles.
- Inyecciones de rellenos dérmicos. Para aquellos que buscan un aumento temporal y menos invasivo, el ácido hialurónico puede ser una buena opción. Se inyecta directamente en los pómulos para mejorar su volumen y contorno. Los efectos suelen durar entre 6 meses y 2 años, dependiendo del tipo de relleno utilizado.
- Transferencia de grasa autóloga. Esta técnica utiliza la grasa del propio paciente, que se extrae mediante liposucción de una parte del cuerpo, como el abdomen o los muslos, y luego se inyecta en los pómulos. Este procedimiento combina el aumento de volumen con un resultado natural y la grasa injertada puede durar varios años.
Procedimiento de la cirugía de pómulos
La cirugía de pómulos se puede realizar bajo anestesia general o local con sedación, según el tipo de procedimiento y de la preferencia del paciente y el cirujano. Los pasos a seguir son los siguientes:
- El preoperatorio. Lo primero es concertar una consulta para discutir los objetivos del paciente, revisar su historial médico y realizar un examen físico. El médico toma fotografías para planificar la cirugía y evaluar los posibles resultados.
- La cirugía. Dependiendo del relleno elegido se procederá de una manera u otra:
- Implantes de pómulos. El cirujano realiza una incisión en la boca o en el párpado inferior, crea un bolsillo sobre el hueso cigomático y coloca el implante. Luego, se cierran las incisiones con suturas.
- Rellenos dérmicos. El procedimiento es menos invasivo y se realiza en una clínica ambulatoria. Se inyecta el relleno directamente en los pómulos.
- Transferencia de grasa. Se realiza liposucción para obtener la grasa, que luego se procesa y se inyecta en los pómulos.
- El postoperatorio. El cirujano recomienda los cuidados adecuados para reducir la hinchazón y prevenir infecciones. Los pacientes deben evitar actividades físicas intensas durante al menos dos semanas y seguir las indicaciones del cirujano.
Riesgos y complicaciones de la cirugía de pómulos
Como cualquier procedimiento quirúrgico, la cirugía de pómulos conlleva ciertos riesgos y complicaciones como:
- Reacciones adversas a la anestesia. La aplicación de la anestesia siempre supone un peligro, aunque son pocas las veces que surgen complicaciones.
- Infección. Aunque es raro, la zona se puede infectar. Esto requiere tratamiento con antibióticos y, en casos severos, la extracción del implante.
- Hematomas y moratones. Es habitual que la zona tratada sufra de hematomas durante los días posteriores a la cirugía. No hay que preocuparse porque irán despareciendo al cabo del tiempo.
- Cicatrices visibles. A pesar de que siempre se tratan de ocultar las incisiones, en algunos casos, resultan más perceptibles de lo deseado.
- Asimetría. Puede darse una diferencia en la apariencia de los pómulos, implicando la necesidad de una cirugía adicional para corregirlo.
- Desplazamiento del implante. Es posible que los implantes se muevan de su posición original, causando una apariencia irregular. Aquí también habría que retocar la cirugía.
- Reacción alérgica. Aunque no es frecuente, hay personas a las que los materiales del implante o los rellenos dérmicos les dan alergia.
- Daño a los nervios. Puede haber una disminución temporal o permanente de la sensibilidad en la zona de los pómulos.
La cirugía de pómulos es un procedimiento estético efectivo para mejorar la apariencia y el contorno facial. Ofrece varias opciones para adaptarse a las necesidades y los deseos de cada persona, desde métodos no invasivos como los rellenos dérmicos hasta procedimientos quirúrgicos como los implantes y la transferencia de grasa. Es importante confiar el trabajo a un cirujano plástico certificado y con experiencia para minimizar los riesgos y lograr unos resultados óptimos. Una consulta detallada, una correcta planificación y el seguimiento postoperatorio son esenciales para el éxito de la cirugía y la satisfacción del paciente.
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