El aumento de pómulos es cada vez más demandado. No solo porque unos pómulos marcados dan más expresión al rostro en general, sino porque cuando son poco voluminosos o están descolgados delatan el paso del tiempo. Y eso no gusta a nadie…
Con la moda actual de los selfies, los jóvenes (y los no tan jóvenes) están continuamente exponiéndose en las redes sociales y necesitan tener la mejor imagen posible. Por eso, el retoque de los pómulos, al igual que el de otros rasgos de la cara, están más en boga que nunca.

La función de los pómulos

Los pómulos sirven para conceder armonía al conjunto de la cara. Si son planos o asimétricos dan un aspecto envejecido y cansado al rostro. Muchas son las que han querido acentuar el volumen de sus pómulos para estar más bellas. Allá donde no llega el maquillaje, han aprovechado otro tipo de soluciones que la cirugía brinda, ya sea pasando o no por el quirófano.

Todos recordamos cómo, en su momento, Rita Hayworth incrementó el volumen óseo de sus mejillas, siendo la envidia de todas las mujeres de su época. Lo mismo han hecho la cantante americana Cher y la española Marta Sánchez, en busca del rostro perfecto.

El efecto del paso del tiempo en los pómulos

Según vamos envejeciendo, todo en nuestro organismo se va descolgando y también afecta a los rasgos de la cara. El rostro se compone de piel, músculos, grasa y huesos que están unidos mediante nervios que ayudan a abrir y cerrar la boca, los ojos y a sonreír. En realidad, los pómulos no se caen, cuando esos músculos pierden elasticidad hacen que todo descienda.

Para volver a tener el volumen que corresponde en los pómulos se puede recurrir a la Cirugía Plástica o aplicar una solución estética. Vamos a analizar estas dos opciones y ver sus pros y sus contras.

La cirugía de pómulos

La cirugía de pómulos, llamada malaroplastia, sirve para dar un aspecto más armónico y juvenil al rostro, equilibrando todo el óvalo facial. Esta es la forma permanente de agregar volumen y soporte a las mejillas y a los tejidos blandos superpuestos.

La intervención consiste realizar una incisión dentro de la boca, creando un bolsillo entre el pómulo y los músculos faciales donde insertar la prótesis de silicona. Como las suturas se practican en el interior no queda ninguna cicatriz externa. Además, estos puntos son reabsorbibles, por lo que no es necesario quitarlos posteriormente.

Las prótesis de pómulos tienen diversas formas y se adaptan a la estructura de la cara. Para que el resultado sea lo más natural posible es fundamental contar con un buen Cirujano Plástico. Este evaluará cada caso, las características del rostro del paciente y actuará en consecuencia.

El postoperatorio de la cirugía de pómulos es rápido. A las 24 horas es conveniente llevar una dieta blanda y no fumar. Se desaconseja tomar el sol de manera directa y realizar actividades físicas que puedan comportar golpes y el consiguiente desplazamiento de la prótesis. Se puede considerar que la cicatrización completa lleva unos dos o tres meses.

La cirugía malar, de paso, disimula una nariz excesiva, aunque ese no sea el objetivo (para eso existe una operación más adecuada, la rinoplastia). Al potenciar los huesos de la mejilla, se ve menos grande el apéndice nasal.

El aumento de pómulos no quirúrgico

El aumento de pómulos sin pasar por el quirófano se puede hacer de dios maneras:

• • Mediante la introducción de grasa autóloga, es decir, extraída del propio paciente. Antes de infiltrarla hay que tratarla, claro está.
• • Con un relleno dérmico como, por ejemplo, el ácido hialurónico.

La cirugía de pómulos vs el aumento de pómulos no quirúrgico

La ventaja fundamental de la cirugía de pómulos con respecto a las técnicas no quirúrgicas es que es de carácter permanente, pero hay que entrar en el quirófano, cosa que impone a muchas personas.

Las soluciones no quirúrgicas siempre son temporales y el pómulo tiende a volver a su volumen a lo largo del tiempo. Tanto la grasa autóloga como el relleno dérmico los reabsorbe el organismo. El ácido hialurónico es un tratamiento estético no invasivo que garantiza el resultado solo durante 12 o 18 meses. El resultado es natural y se puede ir decidiendo cuánto infiltrar. También permite mejorar el aspecto de las arrugas del surco nasogeniano y recuperar el contorno de la línea que separa el tercio superior del rostro del mediano.