Evolución de la Cirugía Plástica
23 junio, 2014//
Entrevista realizada por Teresa de la Cierva al Doctor Federico Mayo aparecida el 20/06/2014 en ABC SALUD.
Federico Mayo es uno de los mejores cirujanos plásticos de nuestro país. Miembro de la Sociedad Española de Cirugía Plástica y de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica, ha ayudado a muchas de nuestras «celebrities» a vencer el paso del tiempo. Referente en España en operaciones de mama y rejuvenecimiento facial, cree que la dermatología no logrará desbancar por completo a la cirugía: «A determinada edad, hace falta pasar por la mesa de operaciones».
-¿Es esta época del año un mal momento para pasar por quirófano?
-Cuando se acerca el verano es cuando más aumentos de mama y cirugía corporal realizo. Un pecho operado está perfecto para hacer vida casi normal en 48 horas. Ya no requiere vendajes -basta un sujetador deportivo-, puedes conducir al tercer día, te puedes bañar en una piscina en tres semanas y practicar deporte en un mes.
-Y el resto del año, ¿cuáles son las intervenciones más frecuentes?
-En esta consulta, el 50% son mamas; el 25%, cara; y el otro 25%, cuerpo.
-¿Tiene alguna «especialidad»?
-Me gusta mucho hacer mamoplastia, rinoplastia y cirugía del abdomen, aunque realizo operaciones de párpados y «lifting» también casi semanalmente.
-¿Y la liposucción? Hasta hace poco era la más demandada…
-Sigue siéndolo, pero ahora se ofertan tan baratas, que los pacientes se van a otro tipo de clínicas, algunas sin quirófano o se van a Sudamérica.
-¿En qué medida ha afectado la crisis a este sector?
-Mucho. ¿Un dato? Ha habido un descenso del 30% en las ventas de implantes mamarios. Pero ha tenido a nuestro favor que el cliente se ha vuelto más selectivo. La gente se opera o con el mejor o con el más barato. Busca el «low cost» o la alta costura. La clase media ha muerto.
-¿No cree que la medicina estética ha sido un poco ‘culpable’ del descenso de demanda de operaciones?
-En absoluto. Es un complemento. Soy un gran defensor de la toxina botulínica, la grasa y el ácido hialurónico pero, a determinada edad, esas técnicas son insuficientes, y hace falta pasar por la mesa de operaciones.
-¿Hay una edad recomendada para hacerse esa primera ITV en el rostro?
-Depende mucho de la genética y del maltrato que le hayamos dado al rostro. El ejercicio al aire libre que ahora está tan de moda (correr, por ejemplo) es estupendo para la salud, pero malo para la piel si no se practica con protección solar elevada. Protegerse del sol, cuidar la dieta, beber dos litros de líquido, y no abusar del alcohol y el tabaco es la mejor receta antiedad.
-¿Es cierto que está aumentando mucho el número de varones en los quirófanos?
-En mi caso solo representan un 10% de los pacientes.
-¿De qué se operan?
-Los hombres son mucho menos quirúrgicos que las mujeres. No necesitan ponerse o quitar pecho. Tampoco tienen flacidez de la cara interna de los muslos o los brazos. Lo que más les preocupa es la grasa de la tripa, pero su cuerpo reacciona bien al deporte y a la dieta, y con ejercicio físico pueden resolver el problema. A los hombres solo nos importa la caída del pelo. El 90% de los hombres que pasa por aquí es para que le «repoblemos» la cabeza.
-¿Es usted ese «jardinero»?
-Hemos inaugurado Inhair Clinic hace seis meses en el Hospital Nisa-Aravaca, un espacio donde realizamos implantes capilares con la técnica FUE, sin cicatrices y con los mejores resultados. Sin duda es la técnica estrella en la cirugía de la calvicie. Cuento con un equipo de tres cirujanos especialistas en esta técnica, formados en el Reino Unido, EE.UU. y Bruselas.
-¿En qué consiste?
-Reemplaza la zona sin pelo con folículos sanos del propio paciente, obtenidos uno a uno de zonas sanas y con mucha densidad. Se realiza con instrumental de microcirugía, con lo que las cicatrices son invisibles.
-Las últimas técnicas mejoran los resultados, ¿pero no se queda con nada del pasado?
-Soy un ferviente defensor de la liposucción convencional. Los láseres queman la grasa, y no pueden hacerlo selectivamente. No son tan listos. Bajo mi punto de vista es mucho mejor introducir la cánula convencional y extraer los adipocitos del espacio celular subcutáneo sin riesgo de quemaduras.