Gordofobia y obesofobia

Cirugía, Estética, Liposucción

No es lo mismo la gordofobia que la obesofobia, pero ambos conceptos remiten al exceso de peso. A todo el mundo le gustaría tener un cuerpo 10, pero a veces esto no es posible y habrá que intentar poner remedio. Para mantenerse en buena forma lo mejor es controlar la alimentación, practicar algún deporte o recurrir a la Cirugía Plástica.

Gordofobia y obesofobia

Gordofobia y obesofobia

La diferencia entre gordofobia y la obesofobia estriba en quién es el que tiene ese odio a los kilos de más. En el primer caso, es otro el que rechaza la gordura, mientras que, en el segundo, es la propia persona la que tiene miedo a padecer obesidad.

La gordofobia se puede definir como la repulsión de los demás hacia los que tienen un exceso de peso. La obesofobia o pocrescofobiaes el miedo a las personas obesas o al hecho de engordar.

Gordofobia

Desde que somos pequeños, hay una tendencia a reírse de los menos agraciados. Si el niño lleva gafas se le llama cuatro ojos, si tiene las orejas de soplillo se le dice Dumbo y, cualquier rasgo desproporcionado, como una nariz demasiado grande, es motivo de mofa. Lo mismo ocurre con la gordura, los más rellenitos han sufrido burlas desde siempre. Cuando se llega a la adolescencia y se debe reafirmar su personalidad, los kilos de más son un impedimento.

Las personas gruesas tienen numerosos problemas que no son solo estéticos:

  • Se cansan más al tener que mover tantos kilos.
  • Tienden a sudar mucho.
  • Pueden desarrollar problemas médicos como embolias, infartos, etc. con  mayor frecuencia que los delgados.
  • No se sienten bien, tienen complejos que les impide relacionarse con naturalidad.
  • No pueden vestir como quisieran. Se ven obligados a llevar ropas anchas y las ceñidas no serán favorecedoras.
  • No pueden lucir el cuerpo en la playa o la piscina con total libertad. Sienten cómo los de su alrededor les critican.

Obesofobia

Quien padece obesofobia no solo esté obsesionado con no coger peso, también intenta mantenerse lejos de todos aquellos que tienen michelines o una gran barriga. El solo hecho de ver y relacionarse con los gordos les produce terror pensando en que podrían acabar siendo como ellos. En muchas ocasiones, esta obcecación no está fundamentada, pues hay personas que no son gordas ni tienen tendencia a serlo, pero es una idea que ronda su mente uy les atormenta.

Esto puede originar problemas como:

  • No alimentarse bien. Al no querer engordar por nada del mundo, descuidan su dieta y se encuentran desprovistos de lo necesario para el organismo.
  • Sentir complejo que les impidan llevar una vida normal, sin atreverse a relacionarse con los demás.
  • Hacer ejercicio en exceso, llagando a desarrollar vigorexia (un culto al cuerpo exagerado).
  • Desembocar en anorexia o bulimia, problemas muy graves que pueden acabar con la vida de la persona.

Campañas contra la gordofobia

Se han lanzado numerosas campañas para que las personas que no sean perfectas físicamente no sean discriminadas. Se conocen muchos casos en los que han el acoso ha llegado tan lejos que se ha generado situaciones de violencia y agresiones.

Actores, cantantes o personas influyentes rellenitos han lucido sus curvas en el cine, la televisión los escenarios o las pasarelas sin ningún pudor para reivindicar que los gorditos también existen y que pueden tener éxito.

Recientemente, el Ministerio de Igualdad ha creado un cartel con el lema “El verano también es nuestro” donde aparecen mujeres “diferentes». Se ha visto envuelto en una gran polémica por haber usado las fotografías sin permiso de las implicadas. La intención de esta iniciativa era mostrar a mujeres paseando sus cuerpos no normativos en la playa queriendo expresar que no todas las chicas son modelos.

Cómo evitar la gordura

Sin llegar a obsesionarse, lo ideal es mantener el peso adecuado a la complexión de cada persona. Es conveniente seguir estos consejos:

  • Llevar una vida activa. Estar todo el día tumbado en el sofá o sentado en una silla no ayudará a mantenerse en forma.
  • Seguir una dieta sana y equilibrada. Si comemos grasas, azúcares y consumimos alcohol en exceso, nos pasará factura y empezaremos a ver cómo nuestro cuerpo aumenta de volumen.
  • Hacer algo de deporte o andar al menos 20 minutos al día. Quien mueve las piernas mueve el corazón y, además, hará que todo en nuestro cuerpo se tonifique.
  • Recurrir a la Cirugía Plástica. Hay muchos tratamientos que se pueden realizar para eliminar la grasa sobrante. Por ejemplo, la abdominoplastia, la lipoescultura o la liposucción ayudarán a quitar esos kilos demás que tanto afean la figura. También la mamoplastia de reducción servirá para dotar del tamaño justo a los senos.

Si no se encuentra a gusto con su cuerpo, consulte con un cirujano plástico para que le explique el procedimiento que más se ajusta a su caso.

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