El intrusismo en la cirugía plástica está tomando unas dimensiones preocupantes a nivel mundial y así lo ha puesto de manifiesto el Dr. Susumu Takayanagi, presidente de ISAPS (International Society of Aesthetic Plastic Surgery) en una carta dirigida a los gobiernos de los 101 países que forman parte de esta asociación.
En la carta se hace hincapié en que los esfuerzos realizados por las organizaciones nacionales, como es el caso de la SEPCRE en España, son insuficientes para frenar el intrusismo en la cirugía plástica y se hace necesaria la incorporación de leyes que defiendan a los pacientes.
Las intervenciones que más se ven afectadas son las liposucciones y las cirugías mamarias en general, tanto las mamoplastias de aumento, como las mamoplastias de reducción y la mastopexia. La captación de pacientes se efectúa con llamativos anuncios donde priman los precios y donde se ocultan pseudocirujanos sin la preparación y titulación necesaria por una parte y la falta de instalaciones quirúrgicas adecuadas por otra.
Se calcula que en España existen alrededor de 9.000 médicos que practican la cirugía plástica sin tener la titulación específica, siendo 12.000 los que ejercen con ella. Este hecho ya fue denunciado en el último congreso de la SEPCRE celebrado en Toledo en el 2015, donde se reclamó un marco legal que diera una mayor protección y seguridad jurídica a los pacientes. Al contrario de lo que solicitaba en junio del pasado año fue presentado por la administración española un Real Decreto 12/6/2015 en el que a juicio de los profesionales de la cirugía plástica no solamente no se solucionaba el intrusismo sufrido sino que se empeoraban las cosas en temas tan sensibles como la cirugía pediátrica y las quemaduras graves.
Si la sanidad privada adolece de intrusismo en la cirugía plástica, en la sanidad pública lo que ocurre es una gran falta de cirujanos plásticos, donde solo el 25% de los hospitales públicos tienen en sus plantillas a profesionales con esta titulación. Así lo denunció Cristino Suárez, presidente de la SEPCRE, indicando que muchas de las intervenciones que debieran ser realizas por un cirujano plástico eran llevadas a cabo por otros sin esta titulación.