A veces, aunque se cuide la dieta, se haga deporte o se apliquen cuidados cosméticos no se consigue un vientre firme y plano. Un abdomen abultado resulta muy poco estético y difícil de revertir, además de que pone años y estropea la figura. Muchas son las personas que optan por la Cirugía Plástica y eligen la abdomioplastia como remedio para atacar este problema.
¿Por qué someterse a una abdominoplastia?
El hecho de tener un vientre abultado suele ser consecuencia directa de comer demasiado, seguir una dieta poco equilibrada o llevar una vida sedentaria. Sin embargo, existen otras causas que propician la aparición de este inconveniente estético como los cambios constantes de peso, los embarazos, la propia genética o el envejecimiento. Todo ello puede contribuir a que los músculos abdominales se debiliten y la piel pierda elasticidad, lo que lleva a una apariencia flácida y descolgada del vientre. El resultado es una figura que no gusta ni a la propia persona ni a los demás. Para ello, se puede recurrir a la Cirugía Plástica y practicar una abdominoplastia.
¿Qué es la abdominoplastia?
La abdominoplastia es un procedimiento quirúrgico diseñado para remodelar y tonificar el abdomen. Su propósito es eliminar el exceso de piel y grasa, y fortalecer los músculos abdominales consiguiendo un abdomen más plano y tonificado. La técnica también recibe el nombre de «cirugía de abdomen» o «dermolipectomía abdominal. Esta cirugía ha ganado popularidad entre aquellos que desean mejorar su apariencia abdominal, especialmente después de una pérdida de peso significativa o tras el embarazo.
¿Cómo se realiza la abdominoplastia?
La abdominoplastia generalmente se realiza bajo anestesia general y puede requerir una noche de hospitalización, dependiendo de la extensión del procedimiento. Durante la cirugía se realiza una incisión horizontal en la parte inferior del abdomen, entre las caderas, justo encima del área púbica. A través de este corte, se elimina el exceso de piel y grasa, y se reposiciona el ombligo para adaptarse al nuevo contorno abdominal. Si es necesario, también se pueden suturar los músculos abdominales debilitados para mejorar la firmeza y la definición del abdomen.
¿Qué beneficios supone la abdominoplastia?
La abdominoplastia ofrece una serie de beneficios muy visibles. Por una lado, mejora el aspecto estético del abdomen, ayuda a reducir la flacidez y los pliegues de la piel; y, por otro, sirve para corregir la separación de los músculos abdominales (diástasis de rectos). También proporciona a la persona operada una mayor confianza y autoestima al verse con un mejor aspecto.
¿Existen riesgos con la abdominoplastia?
Como cualquier procedimiento quirúrgico, la abdominoplastia conlleva ciertos riesgos, aunque no es habitual que se produzcan. Algunos son: la infección, el sangrado, la formación de cicatrices anormales, los cambios en la sensibilidad de la piel, la acumulación de líquido, y las posibles complicaciones relacionadas con la anestesia. Es importante que el cirujano plástico explique bien a su paciente los riesgos y los beneficios que conlleva la abdominoplastia para que pueda decidirse con conocimiento de causa.
¿Cómo es el proceso de recuperación después de la abdominoplastia?
La recuperación de la abdominoplastia suele llevar varias semanas. Durante este tiempo, se recomienda descanso y evitar actividades físicas extenuantes. Se puede experimentar hinchazón, moratones y malestar en el área abdominal. Para controlar el dolor y facilitar la recuperación, el médico receta los medicamentos apropiados. El uso de prendas de compresión puede ser necesario para brindar soporte a los tejidos y ayudar a reducir la hinchazón. Es importante seguir a rajatabla los cuidados postoperatorios descritos por el cirujano y así garantizar la recuperación adecuada y obtener los mejores resultados posibles.
¿Qué diferencia hay entre la abdominoplastia y la liposucción?
Aunque la abdominoplastia y la liposucción son cirugías similares, pues con ambas operaciones se logra un abdomen más tonificado y firme, existen algunas diferencias entre ambos procedimientos:
La liposucción se enfoca exclusivamente en la eliminación de grasa localizada, mientras que la abdominoplastia combina la liposucción con una abdominoplastia parcial para abordar tanto la grasa como la flacidez de la piel. Por eso, se puede afirmar que la abdominoplastia es un procedimiento más completo ya que trata la piel suelta, los músculos abdominales debilitados y la grasa en el abdomen. Esta intervención va dirigida a aquellas personas que tienen un exceso de grasa en el abdomen y que también presentan flacidez de la piel. Se comienza con una liposucción para eliminar el exceso de grasa y luego se realiza una abdominoplastia parcial para eliminar el exceso de piel y tensar los músculos de la zona si es necesario.
Si se encuentra lidiando con la flacidez de la piel, los músculos abdominales debilitados o un exceso de grasa en el vientre, la abdominoplastia puede ser una excelente opción para considerar. Sin embargo, es fundamental tener expectativas realistas, comprender los riesgos asociados y buscar un cirujano plástico certificado y experimentado para garantizar la seguridad y obtener unos óptimos resultados.
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