La Bella y la Bestia

Estética

La Bella y la Bestia es un cuento de hadas francés adaptado innumerables veces tanto en la literatura como en el cine. En principio, son dos personajes antagónicos que parece imposible que converjan, pero en muchas ocasiones su destino es acabar juntos.

La Bella y la Bestia

La Bella y la Bestia en la literatura

La trama de La Bella y la Bestia se asemeja mucho a la de la Cenicienta. Dos ambiciosas y vulgares hermanas ansían casarse con hombres ricos, mientras que la Bella, más discreta y educada, será quien obtenga el éxito.

En el transcurso del cuento se dan unas circunstancias que relacionan a la Bella con la Bestia, llegando a enamorarse de él. En realidad, la Bestia era un príncipe que la bruja malvada había convertido en un hombre horrendo y finalmente vuelve a ser todo lo apuesto que era anteriormente.

La Bella y la Bestia en el cine

Además de las versiones cinematográficas de La Bella y la Bestia más fieles al cuento, como la de Jean Cocteau o el musical de Walt Disney, se han realizado otras películas basándose en él de una forma más libre. Enumeramos a continuación unas cuantas de esas adaptaciones:

  • Frankenstein, un rígido y descomunal ser creado en laboratorio con tornillos en la cabeza, consigue enternecer el alma de una pequeña que lo acepta como amigo.
  • King Kong no deja de ser una suerte de Bestia que atrapa a la Bella en lo alto de un edificio y no es precisamente muy delicado en su trato a las mujeres.
  • David Lynch presenta a El hombre elefante, un hombre con unas severas malformaciones que es humillado constantemente y exhibido como una atracción de feria. Es imposible que este hombre tan desagradable tenga pareja.
  • El protagonista de Handia, un gigante del siglo XIX, es utilizado por su propio hermano para ganar dinero con él presentándolo como “el hombre más alto del mundo”. Esta es una historia real que sucedió en el País Vasco y que se llevó a la gran pantalla en el año 2017.
  • En la reciente producción española Pieles, se trata también el tema de las deformidades.  Diversas anomalías físicas obligan a las personas a esconderse y no poder integrarse en la sociedad. Se presenta a una mujer que ha nacido sin ojos, otra que tiene el estómago al revés o un chico que quiere ser sirena y está obsesionado con cortarse las piernas. Historias reales y terribles.

Las Bellas y Las Bestias

No todas las Bellas son iguales ni todas las Bestias tampoco. No hay un patrón exacto que determine quién es guapo o feo, depende de las culturas. En algunos lugares de África engordan a las mujeres para que obtengan marido fácilmente, mientras que en nuestra sociedad se prefieren delgadas. En Asia gustan las narices grandes y los ojos redondos, mientras que en Occidente es lo contrario.

En realidad, nadie querría ser la Bestia pero sí la Bella. No es lo mismo poseer unos rasgos agraciados y un cuerpo bonito que unas facciones desproporcionadas y una figura poco refinada. A los apuestos se les trata mejor, obtienen mejores empleos y mayor aceptación social que los feos.

Se nace negro, blanco, rubio, moreno, pelirrojo, alto, bajo, gordo o flaco, con nariz pequeña o grande, etc., dependiendo de nuestros genes. Si además de ser guapo, uno vive en buenas condiciones, se alimenta bien y se cuida, mejor aspecto tendrá.

Otro tema son los defectos físicos, tanto de nacimiento como adquiridos. Esos no están en nuestra mano. Congénitos como el labio leporino, que es muy antiestético, se pueden corregir en el quirófano. Tras un accidente o un traumatismo puede verse desfigurado un rostro o un cuerpo y, de la misma manera, interviene la Cirugía Plástica.

Pero la belleza también hay que trabajársela. No es lo mismo un rostro acicalado que otro al que no se le presta ninguna atención. Así como un cuerpo abandonado, pasado de peso y con celulitis, que uno que practica ejercicio o que se ha retocado en el quirófano. Las Bellas suelen atender a los efectos del paso del tiempo y se operan los pechos descolgados, el exceso de grasa o las arrugas de la cara. El culto a la belleza es un tema muy actual y, por eso, se busca solución en la Medicina.

Como es normal, las personas se sienten atraídas por los más guapos y, si no es así, por los atractivos. Es difícil que un hombre o una mujer poco agraciados tengan muchos pretendientes. Ante los defectos físicos no hay que dejarse vencer por el desánimo. Sabiendo que la Cirugía Plástica está a nuestro servicio, sería bueno corregirlos para que nos devuelvan la autoestima. Si ese es su caso, consulte con un médico especializado para que le resuelva cualquier duda que le surja al respecto.

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