La belleza de la simetría

Estética

La belleza de la simetría es un clásico. No hay más que fijarse en el Arte.  A ninguna de las esculturas griegas o romanas más conocidas les fallan las proporciones o no están modeladas de la manera más equilibrada. Un ejemplo es el estético David de Miguel Ángel, las exquisitas figuras de la Fontana de Trevi, de Nicola Salvi, o cualquiera de los Berninis repartidos por la ciudad de Roma. Un placer contemplar esas figuras perfectamente esculpidas.

Lo mismo ocurre en la pintura. Botticelli retrata magistralmente cuerpos desnudos perfectos y rostros delicados como los de El nacimiento de Venus. No sería lo mismo ese cuadro si la modelo estuviera pasada de kilos o no tuviera unos rasgos tan finos. Si se hiciera una encuesta preguntando si gusta más un cuadro figurativo de estilo clásico o moderno, la mayoría de las personas optarían por el primero y eso es porque la belleza se encuentra en la perfección.

La belleza de la simetría

Un rostro o un cuerpo bonito es aquél que es proporcionado, donde todo encaja, aunque no hay medidas exactas ni cánones universales. Según la cultura y el momento histórico se tiene un sentido distinto de la belleza. En unos países se aprecia la delgadez, mientas que en otros no importa tanto el sobrepeso. En Occidente se prefieren las narices pequeñas y los ojos rasgados pero en Oriente fascinan los apéndices nasales grandes y los ojos redondos.

En general, el concepto de belleza es una cuestión de gustos, pero lo que sí es cierto es que la simetría siempre contribuye. Una nariz torcida o demasiado grande o unos pechos muy pequeños, no serán estéticos. Tampoco lo será un seno más alto o más pequeño, una pierna más larga, etc.

La simetría en el rostro

Los ojos pueden presentar diferencias en cuanto a tamaño, disposición y forma (aparte de color del iris, claro está). La mirada es muy importante en la expresión general de la cara. Las ojeras y las bolsas debajo de los ojos hacen que la persona parezca cansada y le envejezca el rostro. Con todos estos problemas puede acabar la Cirugía Plástica. 

Una nariz con caballete, torcida o desproporcionada se corrige fácilmente mediante la rinoplastia. Esta operación es una de las más frecuentes y aporta una gran satisfacción. La nariz es la parte más sobresaliente de la cara y, por tanto, se nota mucho cualquier defecto en ella.

Los pómulos también sufren el paso del tiempo. El maquillaje puede realzarlos, pero lo más efectivo es pasar por el quirófano para marcarlos. Rita Hayworth con sus pómulos sobresalientes, influyó mucho en su época. Marta Sánchez, que también ha pasado por el quirófano con el objeto de retocar varias cosas de su cara y cuerpo, ha conseguido que este rasgo sea muy visible.

Las dos orejas también deberían ser similares en cuanto a tamaño y colocación. Si están despegadas de la cabeza se puede optar por una sencilla intervención denominada otoplastia que eliminará las “orejas de soplillo”.

La simetría en el cuerpo

Poseemos dos brazos, dos manos, dos piernas y dos pies. Si alguno de estos órganos es notablemente diferente como una pierna más larga que otra, hará que caminemos mal y afectará a nuestra cadera. Los brazos y las piernas, además de ser similares en cuanto a tamaño, deberían estar firmes y sin flacidez. Cuando esto no es así, se puede realizar una liposucción, devolverles la firmeza y eliminar la piel sobrante.

Los glúteos también sufren el paso del tiempo. Quedan caídos, flácidos o con celulitis y se nota cuando se lleva ropa ceñida. Hay personas que tienen un exceso de grasa en el trasero y, para eliminarlo, se les practicará una liposucción. Por el contrario, a aquellos que lo tienen pequeño, se les puede poner implantes para rellenarlo y elevarlo.

Los senos, seña de identidad en el cuerpo femenino, a veces son motivo de frustración por no tener el aspecto deseado. Si la mujer  tiene unos pechos demasiado pequeños para su torso podrá solicitar una mamoplastia de aumento. Sin embargo, cuando  son demasiado grandes, podrá reducirlos mediante la mamoplastia de reducción. Cuando las mamas han dejado de estar turgentes por la lactancia, los embarazos, los cambios de peso, o simplemente la edad, se pueden elevar con una mastopexia. También pueden existir desigualdades en el tamaño y disposición de ambos senos, cosa que tratará igualmente un cirujano plástico. 

Como hemos visto, los órganos que se presentan por pares en el cuerpo humano cuanto más iguales sean más armonía dan al conjunto. En caso de que esto no suceda, se puede recurrir al bisturí para corregir, igualar o restaurar todo aquello con lo que no estemos conformes. Consulte con un buen cirujano plástico para que le ayude a solucionar su problema y a despejar  todas las dudas que le puedan surgir.

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