Que la cirugía plástica es todo un arte no cabe la menor duda y esto no solo lo piensan los profesionales médicos que se dedican a ello, sino numerosos creadores que utilizan la cirugía plástica en el arte. Vamos a repasar algunos de los artistas contemporáneos que se han aproximado al tema de la cirugía, cada uno desde su particular perspectiva.
Andy Warhol, y la rinoplastia
Andy Warhol en su obra denominada “Before and Alfter” dibuja el mismo rostro de una mujer de perfil antes y después de someterse a una operación de rinoplastia. En la parte izquierda la señora muestra una nariz desproporcionada que la afea, mientras que en la parte derecha ha sido corregida, cambiando su cara por completo convirtiéndola en una atractiva dama. El lienzo, realizado en el año 1961, sirvió de pretexto a Warhol para contar que muchas mujeres de la alta sociedad americana elegían esta sencilla operación para mejorar su aspecto a la vez que conservaban su personalidad.
Este artista pop tenía una profunda preocupación por su cara y su cuerpo por lo que su obra rondó el tema de las intervenciones quirúrgicas en varias ocasiones. Entre otros trabajos, realizó cuatro modelos de su cara para una posible operación de cirugía estética y modificó su nariz en una foto con gruesos trazos de lápiz. También hay que mencionar que Warhol se sometió a una rinoplastia cuando era joven, lo que le dio mucha más seguridad en sí mismo.
Louise Bourgeois, inspiración de Almodóvar
La artista franco-americana Louise Bourgeois nació en una familia vinculada al sector textil que restauraba tapices por lo que el hilo y la aguja le eran tan cotidianos que los incorporó en sus creaciones. Coser para ella era sinónimo de curación y reconciliación. Decía: “Siempre he sentido una enorme fascinación por la aguja, por el poder mágico de la aguja. La aguja se utiliza para reparar el daño. Es una petición de perdón. Nunca es agresiva, no es un alfiler”. Su infancia, marcada por los desencuentros con su padre, le hizo reflexionar sobre el papel de la mujer en la sociedad, la sexualidad y el patriarcado.
Esta creadora, que vivió hasta los 98 años, fue siempre una avanzada en su tiempo y décadas antes de que surgiera el feminismo como tal, reivindicó el cuerpo como elemento esencial, cambiando la pintura por la escultura y la perfomance. Su obra está repleta de naturalezas, cuerpos que se deforman, rostros que se desdibujan, figuras cosidas con telas recicladas que sugieren cicatrices, vendajes que sanan las heridas o las esconden, celdas que atrapan a las mujeres en el ámbito doméstico o arañas que tejen y protegen a modo de madre (como la del Guggenheim de Bilbao).
El arte de Bourgeois, mundialmente reconocido, sirvió de inspiración a Pedro Almodóvar para realizar su película “La piel que habito”, en la que la protagonista sufre quemaduras por todo el cuerpo y un cirujano plástico le crea una nueva piel para ayudarla a vivir.
Orlan, una obra de arte en sí misma
Más allá llegan otros artistas como la performer francesa Mireille Suzanne Franquette Porte, conocida como Orlan, que ha elegido la cirugía plástica como expresión artística. Su trabajo siempre ha estado centrado en el cuerpo, que lo considera su lienzo y lo modifica a modo de escultura viviente. Orlan se ha sometido a nueve intervenciones quirúrgicas, cuatro de ellas en el mismo año, y las graba para compartirlas con el espectador. El performer, a diferencia del actor que actúa en la ficción, vive sus propias experiencias conforme a unas normas. Orlan hace de la cirugía todo un espectáculo que ella misma dirige: los médicos trabajan con ropa de grandes diseñadores mientras ella recita unos textos.
El trabajo de esta artista francesa se inscribe dentro de la corriente denominada “Carnal Art” y lo define así: “El Arte Carnal es un trabajo de autorretrato en un sentido clásico, pero con medios tecnológicos que son propios de su tiempo. Oscila entre la desfiguración y la re-figuración… El Arte Carnal no está contra la cirugía estética, pero sí contra los estándares que ella vehiculiza y que se inscriben particularmente en las carnes femeninas, aunque también en las masculinas.” El manifiesto completo se puede leer en su web
Muchos interpretan estas actuaciones como una crítica a la sumisión de la mujer a los estándares de belleza, mientras que otros creen que Orlan roza la locura y, la opinión más extendida, aunque ella la ha desmentido, es que intenta conseguir los cánones de las obras de arte que más admira como el mentón de la Venus de Botticelli; las cejas de la “Mona Lisa”, la boca de la heroína de “El rapto de Europa” de Boucher, los ojos de la Psique de Gérôme y la nariz de una escultura de Diana. Sea como fuere, sus performances no dejan indiferente.
Marc Quinn, ¿se puede dominar la naturaleza?
Otro de los artistas que no deja indiferente es Marc Quinn, que perteneció al grupo de los Young British Artists y su obra se exhibe en innumerables galerías del mundo. Su trabajo se centra en la mutabilidad del cuerpo, sobre personas que se someten a operaciones de cirugía estética por problemas de identidad, género, genética o capricho personal. Sus obras se encuentran entre lo más bello y lo más horrible, pero tratan de dignificar la diferencia y ponen de manifiesto que hay otras opciones. Además de utilizar materiales convencionales, como el bronce, el acero o el mármol, utiliza otros tan sorprendentes como la sangre, el pan o las flores.
Entre sus creaciones destacan dos grandes cabezas de Michael Jackson, una con pelo negro y rostro blanco y la otra a la inversa. Muy polémica es su colección de esculturas sobre los transexuales y sus historias reales. Una de ellas representa a una mujer que cambió de sexo y, siendo hombre dio a luz tres veces, la figura aparece en calzoncillos, con barba y el vientre abultado por el embarazo. Otros bronces impactantes son dos transexuales desnudos que caminan de la mano, uno con pechos, labios exageradamente operados, pero con su miembro masculino y, el otro, con atributos femeninos y barba.
La intención de este artista británico es encontrar nuevas formas de arte, abrir la mente del espectador y reflexionar sobre si el ser humano es capaz de dominar la naturaleza.
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