La Cirugía Plástica en Latinoamérica está muy arraigada porque las mujeres atienden mucho a su físico. Ser guapa es casi una obligación y una cuestión cultural. A ninguna chica le gusta salir de casa si no va bien arreglada y los demás cuestionan a las que lucen descuidadas. En esos países la belleza femenina se valora mucho y los hombres desean llevar a su lado una mujer bonita. Por eso, muchas deciden pasar por el quirófano para deshacerse de aquellos defectos con los que no están conformes.
La estética en Latinoamérica
Brasil, Venezuela y Colombia encabezan el ranking de países latinos donde existen más clínicas de Cirugía Plástica. A las brasileñas les encanta lucir un bonito trasero, presumiendo de ostentar los mejores pompis del mundo. Las venezolanas centran su atención en los senos y la mayoría de ellas se somete a un aumento de pecho. Las mujeres colombianas tienen fama de bellas. En la ciudad de Cali hay una calle donde se concentra un gran número de clínicas para que las clientas pueden escoger el médico que más les guste.
En Latinoamérica el sentido estético es completamente diferente al de aquí. Mientras en Europa todas desean ser estilizadas, allí prefieren las curvas. Hay una tendencia a las tallas grandes de pecho y a los traseros generosos.
La Cirugía Plástica en Latinoamérica
Las mujeres con un buen poder adquisitivo no tienen ningún problema en invertir el dinero que sea preciso para someterse a una operación de Cirugía Plástica. Es más, presumen de ello porque cuidarse es un signo de categoría. Sin embargo, las chicas más humildes ahorran todo lo que pueden y hacen lo imposible para afrontar ese gasto. Es muy común que los padres regalen una intervención estética a sus hijas cuando alcanzan la mayoría de edad.
La cultura al cuerpo en esos países llega hasta el punto de que algunas entidades bancarias dan créditos para que las mujeres puedan acceder a las cirugías plásticas y estéticas. Incluso, algunas marcas de electrodomésticos se suben al carro y ofrecen como premio una operación.
Las cirugías más solicitadas en Latinoamérica se practican en el cuerpo aunque también se retocan rasgos faciales. Destacan:
- La mamoplastia de aumento. Se hace para obtener una talla de sujetador más grande.
- La mastopexia. Se realiza para elevar los senos caídos.
- La abdominoplastia. Se practica con la intención de conseguir un vientre plano.
- La liposucción. Para quitar la grasa sobrante. Como ellas mismas dicen, “lipean” la figura.
- La cirugía de glúteos. Se colocan implantes para aumentar el volumen del trasero.
La Cirugía Plástica de las latinas en España
A España ha llegado un gran número de personas procedentes de Latinoamérica. Las de alto standing se alojan en los mejores barrios de las ciudades. En Madrid, las venezolanas se concentran en el barrio de Salamanca y, por eso, han abierto muchas clínicas de Cirugía Plástica y Estética en la zona para satisfacer las necesidades de esa clientela. Además, ellas piensan que los médicos de aquí ofrecen más seguridad y garantías que los de allá.
Antes de someterse a una operación de Cirugía Plástica y Estética…
Dado que una operación es algo serio hay que estar completamente seguro en manos de quién ponemos nuestro cuerpo. El hecho de entrar en un quirófano supone recibir anestesia y los riesgos propios de la cirugía. Por ello, antes de decidirse por un médico u otro hay que tener en cuenta las siguientes cosas:
- Saber la titulación del cirujano plástico. El médico, además de haber hecho Medicina, debe tener la especialidad de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora.
- La experiencia del cirujano. Un inexperto no sabrá afrontar ciertos problemas ni hará la mejor praxis posible.
- Las valoraciones del médico. Conocer cómo les ha ido a otros pacientes es fundamental para poder decidirse por un cirujano u otro. Si uno es muy alabado, habrá que confiar en su buen hacer.
- La clínica ha de reunir todas las garantías sanitarias. Es importante que el quirófano esté bien equipado y cuente con un personal formado.
Es fundamental escuchar la opinión de distintos profesionales para conocer sus puntos de vista. Lo que no se debe hacer nunca es ir a lo más económico. Cuando se oferta muy buen precio hay que sospechar. Al final lo barato sale caro. No es extraño que a las buenas clínicas les lleguen pacientes que, por ahorrar, se hayan operado con médicos de dudosa profesionalidad y el resultado haya sido desastroso. En algunas situaciones se han podido reparar los daños, pero en otras no se ha podido hacer mucho.
Si está pensando en someterse a una operación de Cirugía Plástica y Estética para corregir algo de su físico que no le satisface, acuda a una buena clínica. Debe decidirse por aquella que le ofrezca las máximas garantías y confiar en las soluciones que le plantee el médico.
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