La Cirugía Plástica entre los menores de edad representa solo el 1,5% del total. En España se practican unas 65.000 intervenciones anuales, pero la mayoría se realizan entre mujeres adultas que desean aumentar el tamaño de sus mamas.
En general, los niños no deben someterse a procedimientos estéticos o quirúrgicos a menos que haya razones médicas o psicológicas de peso. Para ello, habrá que consultar con un cirujano plástico quien dará el visto bueno y, si procede, llevará a cabo la operación.
¿Cuándo realizar intervenciones de cirugía en menores?
Lo adecuado es esperar a que los niños terminen su crecimiento antes de someterse a cualquier tipo de Cirugía Plástica. Sin embargo, hay algunas operaciones que sí pueden realizarse a una edad muy temprana. Por ejemplo, la otoplastia (para corregir las orejas despegadas) porque no afectan al desarrollo de los pabellones auriculares. Por el contrario, la mamoplastia (aumento de pecho) entre las niñas no debe practicarse hasta que sus senos estén totalmente desarrollados.
Todos los casos anteriormente expuestos pertenecen a la rama Estética de la Cirugía. Otro tema es el de la Cirugía Plástica Reparadora. Si el niño ha sufrido un accidente o una enfermedad y necesite corregir las lesiones derivadas es cuando se aplica la especialidad Reparadora.
¿Qué tipo de operaciones de cirugía se practican entre menores de edad?
Las intervenciones de cirugía más frecuentes entre los pequeños son:
- Las otoplastias, para eliminar las orejas de soplillo. Esta operación es muy sencilla y representa un 50% del total. Se realiza a partir de los 6 o 7 años ya que se considera que, por entonces, las orejas han crecido completamente.
- La rinoplastia, cuando las deformidades de la nariz pueden causar problemas respiratorios al niño.
- La gigantomastia juvenil o hipertrofia virginal de los senos, que afecta a las chicas adolescentes. Consiste en un crecimiento excesivo de uno o los dos pechos y puede provocar asimetría mamaria.
- La ginecomastia, en el caso de que los chicos tengan las mamas anormalmente grandes.
- La liposucción, cuando los menores tienen sobrepeso y llegan a ser mórbidos.
- Los tratamientos para eliminar cicatrices o marcas de acné.
- Las cirugías reconstructivas o reparadoras, cuando hay lesiones producidas por accidentes, enfermedades, defectos congénitos o tumores. Por ejemplo, el labio leporino, se puede realizar muy pronto, a las 6 o 12 semanas de edad. También la reparación del paladar hendido, que se puede practicar entre los 9 meses y el 1 año.
¿Existe una regulación en España sobre la Cirugía Plástica entre menores?
En España no existe una normativa que regule específicamente las operaciones de Cirugía Plástica entre los menores de edad. Hay que tener en cuenta la Ley 41/2002 básica reguladora de la autonomía del paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica y la Ley 26/2015 de modificación del sistema de protección a la infancia y a la adolescencia. En ambas se establece que todo menor de edad que vaya a someterse a una intervención quirúrgica necesita el consentimiento de sus padres o representantes legales.
El chico debe acudir a la consulta del cirujano acompañado por los mayores. El médico valorará la madurez psicológica del menor, sus motivaciones y las de sus padres o representantes. También es importante conocer si la decisión de operarse parte del niño o de los mayores. El cirujano comunicará al paciente y a sus acompañantes las expectativas de la intervención, los riesgos, los beneficios y las posibles complicaciones.
Los beneficios de la Cirugía Plástica entre los menores de edad
El principal beneficio de la Cirugía Plástica entre los menores es de carácter psicológico. Gracias a este tipo de intervenciones se aumenta la confianza del niño. Están en una edad muy delicada para el desarrollo de su personalidad y cualquier problema en su entorno les puede afectar. Tanto si se trata de una cuestión puramente estética como médica, los chicos pueden sufrir acoso en el colegio. En esos años, los menores se fijan en aquellos compañeros que tienen algún defecto para ir contra ellos. Es normal que se rían de los que llevan gafas y les llamen “cuatro ojos” o la tomen con los que tienen las orejas despegadas. Cuanto más, si hay algún defecto congénito o adquirido que les puede provocar un trauma para siempre.
Cirugías sencillas como la corrección de las orejas de soplillo, la eliminación de cicatrices o, más complicadas como la reconstrucción del labio leporino, sin duda, ayudan al menor a sentirse mejor.
Si su hijo pequeño necesita o quiere realizar cualquier corrección plástica o estética, consulte con un médico. Este valorará la situación y les aconsejará lo más adecuado en su caso. Es importante escuchar a los niños porque sufrir complejo en la infancia influirá en el resto de su vida. Una personalidad retraída no le permitirá relacionarse bien con los demás ni tener éxito.
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