La Cirugía Plástica es un asunto serio, no cabe duda. Para empezar, toda operación debe ser realizada por un Licenciado en Medicina que haya hecho la especialidad de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora. Además, hay que tener en cuenta que el simple hecho de entrar al quirófano siempre entraña un cierto riesgo. Es fundamental estar bien informado antes de someterse a cualquier intervención.
La Cirugía Plástica es un asunto serio
Muchas personas entienden la Cirugía Plástica como una frivolidad, no ven más allá de cuestiones puramente estéticas. Sin embargo, hay defectos físicos que afectan a la autoestima de las personas y otros son problemas médicos de nacimiento o adquiridos que se pueden resolver.
No todos tenemos la fortuna de haber nacido con el físico que hubiéramos deseado. A veces, simplemente una nariz más grande de lo normal o unas orejas despegadas pueden crearnos grandes complejos y provocarnos dificultades de relación.
También hay veces que se presentan defectos congénitos como el labio leporino o los senos tuberosos. No solo son antiestéticos, sino que casi siempre impiden la correcta funcionalidad de los órganos.
Por último, un accidente o una enfermedad pueden provocar graves secuelas físicas que frustran al paciente.
La Cirugía Plástica, Estética y Reparadora sirve para mejorar, corregir y atenuar cualquiera de estas imperfecciones descritas y, en definitiva, mejorar nuestra calidad de vida.
La Cirugía Plástica como frivolidad
En algunos países se anima desde pequeños a someterse a intervenciones de Cirugía Plástica. Esto ocurre sobre todo en Latinoamérica, donde se ha puesto de moda regalar una operación de estética a las niñas cuando cumplen los 15 años. En general, estas jóvenes no necesitan ningún retoque, solo lo hacen para seguir los estándares de belleza del lugar. Muchas adolescentes solicitan una mamoplastia de aumento. Con ella, consiguen unas medidas de pecho desproporcionadas que no se corresponden con su cuerpo. Además, no deberían someterse aún a ninguna operación porque no han terminado su etapa de crecimiento.
Otras veces se va más allá. Son los padres quienes insisten en convertir a las niñas en auténticas barbies. Las peinan, pintan y visten como mayores. Las presentan a concursos de belleza alimentándoles el ansia de ser la muñeca perfecta, situando la Cirugía Plástica como su razón de vivir. Es muy frecuente en todo el continente americano. La película Little Miss Sunshine es crítica con estos certámenes. Cuenta cómo una familia pretende convertir a una niña regordeta en una Miss.
En España también se están dando cada vez más casos de adolescentes que al terminar el Bachiller o al cumplir la mayoría de edad piden de regalo ese tipo de operaciones.
La Cirugía Plástica en una rifa
Hay muchos lugares donde se celebran fiestas para sortear una operación de Cirugía Plástica. Parece que la moda ha llegado a España de la mano de Argentina, donde estos eventos causan un auténtico furor.
En una conocida discoteca de Valencia se convocó una rifa cuyo premio era una operación en estética. La chica “agraciada” podría hacerse una mamoplastia, una liposucción o un tratamiento facial. Esta machista iniciativa fue denunciada por diferentes organismos y fue retirada.
Una discoteca de Palma de Mallorca organizó un sorteo titulado «Especial chicas sin tetas no hay paraíso». La ganadora podría canjear el cheque regalo por la Cirugía Plástica que prefiriera. El Instituto Balear de la Mujer y el PSM pidieron la inmediata suspensión del evento por considerarlo sexista.
También, una discoteca de Sevilla tuvo la idea de realizar una tómbola con el premio de un aumento de mamas. Según la dirección de la sala de fiestas, fue su Relaciones Públicas quien promocionó el concurso en Internet de forma equivocada. La Consejera Andaluza de Salud denunció que se frivolizara con estas cuestiones de tipo asistencial. Ante el revuelo montado tanto en los medios de comunicación como en las redes sociales, lo desconvocaron.
La Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE) se ha manifestado repetidas veces al respecto. Considera que los sorteos de operaciones estéticas convierten la Medicina en un espectáculo y no lo es.
La Cirugía Plástica promocionada por tiendas y entidades bancarias
En Venezuela la obsesión por la Cirugía Plástica es tal, que las mujeres hacen lo imposible por entrar en el quirófano. Desde que en 1974 una chica venezolana consiguiera el título de Miss Universo, todas sueñan con ser las más bellas. Esto les proporcionará fama, dinero y una buena posición social. Por ello, las cirugías en ese país caribeño se han disparado.
Conociendo esta tendencia, una cadena de tiendas promociona los implantes de senos mediante su tarjeta de crédito. También los bancos dan buenos créditos a aquellas que quieran aumentar sus pechos. No son pocas las mujeres que aprovechan estas ofertas.
La Cirugía Plástica es un asunto serio que debe pensarse bien. Antes de entrar en un quirófano hay que acudir a una clínica reconocida y asegurarse de que el profesional tiene la titulación adecuada. Solo así se estará seguro de que los resultados serán los deseados.
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