La Cirugía Plástica Reconstructiva (también denominada Reparadora) se ocupa de corregir deformidades y de restaurar la funcionalidad y la apariencia estética de diversas partes del cuerpo. A diferencia de la Cirugía Plástica Estética, que solo busca mejorar el aspecto físico, la Reparadora aborda problemas médicos y funcionales derivados de enfermedades, traumas, defectos congénitos, infecciones y tumores que impiden a las personas llevar una vida con normalidad.
Historia y evolución de la Cirugía Plástica Reconstructiva
La Cirugía Plástica Reparadora tiene sus raíces en la antigüedad. En textos médicos de la India, escritos por Sushruta alrededor del 600 a.C., ya se describen técnicas de reconstrucción nasal utilizando colgajos de piel. Durante las dos Guerras Mundiales, el desarrollo de esta disciplina avanzó mucho debido a la necesidad de tratar las heridas y las desfiguraciones de los soldados. Sir Harold Gillies y Archibald McIndoe fueron pioneros en técnicas de Cirugía Reconstructiva durante la Primera y Segunda Guerra Mundial, respectivamente.
Aplicaciones de la Cirugía Plástica Reconstructiva
Este tipo de cirugía va destinada a mejorar los defectos físicos producidos por diversas causas. Las más comunes son las siguientes:
- Los defectos congénitos. Son los que se tienen desde el nacimiento, por ejemplo, el labio y el paladar hendido, las anomalías craneofaciales y las malformaciones de las extremidades.
- Los traumatismos y las lesiones. Los más frecuentes son las fracturas faciales, las lesiones por quemaduras o las amputaciones.
- La Cirugía Oncológica. Tras ciertas operaciones como la mastectomía o la resección de tumores se hace necesaria una reconstrucción. Si es posible, lo ideal es realizarla a la vez que efectúa esa intervención primaria. En el caso del pecho, se denomina RMI (Reconstrucción Mamaria Inmediata) y da mucha confianza a las mujeres al salir del quirófano.
- Las infecciones y ulceraciones también pueden derivar en problemas graves. Las úlceras por presión y las infecciones crónicas resultan en pérdida de tejido.
Procedimientos de la Cirugía Plástica Reconstructiva
Existen diferentes técnicas para abordar una reconstrucción, según la gravedad del tema y de las posibilidades que ofrezca el paciente:
- Injertos de piel. Son fundamentales en la Cirugía Plástica Reparadora. Se utilizan para cubrir áreas donde se ha perdido la piel debido a quemaduras, infecciones o traumatismos. Estos injertos pueden ser de espesor parcial o total, dependiendo de la profundidad y del área afectada.
- Colgajos de tejido. Implican la transferencia de piel, músculo, grasa y, a veces, hueso desde una parte del cuerpo a otra. Pueden ser colgajos locales, regionales o libres (microquirúrgicos). Estos últimos requieren la reconexión de vasos sanguíneos y nervios, permitiendo una mayor flexibilidad en la reconstrucción.
- Cirugía microquirúrgica. La microcirugía ha revolucionado la Cirugía Plástica Reparadora, permitiendo la transferencia de tejidos a grandes distancias con la reconexión precisa de vasos sanguíneos y nervios. Esto es fundamental para reconstrucciones complejas como la del seno o la de las extremidades.
- Expansores tisulares. Son dispositivos inflables colocados bajo la piel cercana a un área que necesita reparación. Gradualmente se van expandiendo para estirar la piel y así crear un tejido adicional que puede ser utilizado en la reconstrucción. Esta técnica es habitual cuando, tras una mastectomía parcial se ha tenido que extirpar el pecho completo. Si esa mana fue tratada con radioterapia, la piel queda tensa y ya no da de sí. Es imposible conseguir el volumen deseado.
Beneficios y resultados de la Cirugía Plástica Reconstructiva
La Cirugía Plástica Reparadora no solo mejora la apariencia física, sino que también restaura la funcionalidad y la calidad de vida de los pacientes. Siempre que sea posible hay que realizar las reconstrucciones. En el caso de la RMI ayuda a las mujeres a recuperar su autoestima tras una mastectomía y verse casi como antes. La reparación de defectos congénitos, como el labio leporino, no solo afecta a la apariencia sino también a la capacidad de hablar y comer, fundamentales en el ser humano. Y como estos, tantas otras lesiones provocadas por lesiones o accidentes que han generado pérdida de tejidos, órganos o, incluso, amputaciones. La función de la Medicina es mejorar la vida de las personas desde diversos aspectos.
Desafíos de la Cirugía Plástica Reconstructiva
La Cirugía Plástica Reparadora presenta grandes desafíos como el manejo de tejidos dañados y la necesidad de ir conociendo técnicas avanzadas. Como todas las ramas médicas, esta especialidad sigue evolucionando con el desarrollo de nuevas tecnologías. La ingeniería de tejidos y la impresión 3D están abriendo nuevas posibilidades para la reconstrucción de estructuras complejas. La investigación continua y la formación de los profesionales son esenciales para avanzar en esta disciplina y mejorar los resultados para los pacientes.
La Cirugía Plástica Reparadora es imprescindible para el bienestar de las personas que sufren determinados defectos, ya sean congénitos o adquiridos. Su objetivo es no solo reconstruir, sino también restaurar la autoestima y la funcionalidad de los pacientes, ofreciéndoles la oportunidad de vivir una vida mejor.
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