Cuando se habla de Cirugía Plástica inmediatamente se piensa en correcciones de belleza, pero esta especialidad quirúrgica abarca mucho más allá. De hecho, su nombre completo es Cirugía Plástica, Estética y Reparadora. Una persona puede entrar en el quirófano para realizarse retoques físicos y mejorar el aspecto, pero también puede hacerlo por cuestiones médicas imperativas que le harán más fácil la vida.

La especialidad de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora

En los últimos años de carrera los estudiantes de Medicina realizan prácticas de las distintas especialidades en hospitales asociados a su Universidad. Así podrán saber en qué consiste cada una y decidirse por la que más les guste cuando les toque elegir su residencia (MIR).

Muchos chicos se sorprenden cuando rotan en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora, al ver lo variada y útil que es. Les enseñan desde la rinoplastia a la reconstrucción mamaria, la abdominoplastia o los injertos de piel. En esas clases aprenden que se pueden conectar nervios, introducir prótesis y dotar de nuevo de funcionalidad a aquellos miembros del cuerpo que la han perdido.

Los resultados de la Cirugía Plástica, Estética y Reparadora

La Cirugía Plástica es una de las especialidades más solicitadas y que gozan de más éxito porque los resultados son muy vistosos y satisfactorios para el paciente. A la vez que se realizan mejoras físicas, se ayuda a la persona a reforzar la confianza en sí misma y quitarse los complejos provocados por los defectos del rostro o el cuerpo. Y, dependiendo del problema, también aumentan la calidad de vida.

Los cirujanos plásticos deben ser muy habilidosos y hacer todo con la máxima precisión. De hecho, se valora mucho la finura del médico que es capaz de dejar las cicatrices casi invisibles, ya que es una de las cuestiones que preocupa a la mayoría de sus pacientes. Se pueden definir como una especie de escultores que, en vez de esculpir barro, madera o piedra, el medio que utilizan es la carne humana. Muchas veces realizan verdaderas obras de arte y el cambio generado es total.

La Cirugía Reparadora

Como su propio nombre indica, la Cirugía Reparadora, consiste en corregir afecciones y anomalías físicas que pueden ser congénitas o adquiridas. Este tipo de problemas muchas veces no solo repercuten al aspecto, sino que también pueden suponer hándicaps funcionales. Dependiendo de su índole, la vida de la persona se verá más o menos limitada.

Las razones que pueden llevar a alguien a servirse de la Cirugía Reparadora son diversas:

Accidentes:

• De tráfico: provocan traumatismos, cicatrices, hundimientos, quemaduras de diferentes grados.
• Laborales: implican traumatismos, lesiones, cortes, quemaduras de diferentes grados.
• Domésticos: fracturas, lesiones, cortes, quemaduras de diferentes grados.

Enfermedades adquiridas:

• Cáncer: de mama, de piel, etc.
• Tumores.
• Infecciones que pueden alterar el aspecto.

Enfermedades congénitas:

• Labio leporino: no solo es antiestético, sino que puede impedir comer o respirar correctamente.
• Deformaciones: de esternón, escápula u otros órganos hundidos.

Reconstrucción mamaria tras cáncer de mama

Cuando a una mujer le diagnostican cáncer de seno y es necesario extirpar toda la glándula mamaria, se le puede proponer una reconstrucción inmediata (RMI) o dejarlo para una operación posterior. Lo ideal es hacerlo en el mismo momento para que cuando la paciente salga del quirófano no sienta que le falta algo y eso le dará mayor confianza. Los pechos son una de las partes más importantes del cuerpo femenino.

Para llevar a cabo la reconstrucción mamaria el cirujano se puede servir de la grasa que le sobra a la mujer en la zona abdominal o, en su defecto, introducir una prótesis de silicona. El médico decidirá el tamaño adecuado de los implantes, sobre todo, cuando se trata de una mastectomía unilateral en la que habrá que adecuarse al volumen del otro seno.

Unos cuatro meses después de esta intervención, se suele rehacer el complejo del pezón-areola. Algunas mujeres optan por la técnica del tatuaje y otras por una recreación con tejidos propios, o una combinación de ambas. Siempre queda más natural esta segunda forma de proceder porque el pezón queda elevado y no al ras.

Cuando se tatúa el pezón se aplica una anestesia en esa zona del pecho para evitar las posibles molestias. Se hace con tintes naturales y quien realiza el trabajo prueba colores hasta hallar uno aproximado al original. Cuando la mastectomía ha sido bilateral no importa tanto el tono porque no hace falta igualar nada, pero en el caso de la unilateral hay que tratar de equiparar el color con del pezón original.

La Cirugía Plástica, Estética y Reparadora es una de las especialidades más gratificantes tanto para el médico como para el paciente, pues ayuda a las personas a sentirse mejor con su aspecto. Si usted tiene complejo por alguna cuestión física, puede acudir a la consulta de un cirujano para que le aconseje lo adecuado.