La ética en la cirugía plástica empieza por el escrupuloso cumplimiento de la legislación vigente que por ejemplo delimita las intervenciones que un cirujano plástico y estético puede realizar o en otro ámbito obliga al consentimiento de los padres o tutores de personas menores de 16 años que quieran someterse a una intervención quirúrgica para mejorar su imagen (en realidad el consentimiento será necesario para cualquier cirugía).
Ética en la cirugía plástica – El código deontológico
Pero más allá de lo que digan las leyes los cirujanos plásticos y estéticos se han de regir por un código deontológico que aun siendo el mismo que para el resto de los profesionales que practican cualquier tipo de cirugía, se debe aplicar si cabe con mayor rigor, dada la voluntariedad del paciente a someterse a intervenciones que en muchos casos no revisten una necesidad desde el punto de vista médico. El dilema moral que se plantea en ocasiones es el de seguir los deseos de pacientes que a cualquier precio quieren que se les realicen intervenciones de cirugía plástica que pueden tener graves consecuencias para ellos desde el punto de vista estético o incluso funcional.
La ética en la cirugía plástica – Cuando hay más perjuicio que beneficio
El cirujano plástico deberá hacer saber siempre a los pacientes cuales serán los efectos y los riesgos de cualquier tratamiento, lo que implica por supuesto la firma de un consentimiento informado en el que se detallen estos, pero este es un procedimiento legal que como hemos dicho es obvio que hay que cumplir. Aún cumpliendo escrupulosamente la legalidad, el cirujano basándose en sus conocimientos y experiencia puede adelantarse a los acontecimientos y entender a su juicio que una determinada cirugía puede acarrear más daños que beneficios al paciente y esto tiene que hacérselo entender aunque vaya en contra de sus intereses monetarios y si así lo cree conveniente negarse a realizar la intervención.
La ética en la cirugía plástica – Expectativas realistas
Otro aspecto muy importante desde el punto de vista de la ética en la cirugía plástica es el de comunicar unas expectativas realistas al paciente.
- Hay personas que se fijan un modelo estético de otras y que harán todo lo posible por parecerse a ellas. “Doctor quiero la nariz y los pómulos de Antonio Banderas”, esto aunque técnicamente fuera posible tal vez los resultados no fueran los deseados ya que el perfil de la cara de Antonio Banderas muy probablemente no tendrá nada que ver con el del paciente y sus pómulos y nariz no tienen porqué encajar estéticamente con él.
- Otras veces el paciente se siente tan acomplejado por tener una nariz grande que se quiere pasar al otro extremo y desea la nariz más pequeña del mundo. Aquí el cirujano plástico también debería intervenir para aconsejar cual es la nariz que mejor se adapta estéticamente con el perfil de esa cara, sin que esta pierda su personalidad. Entre cirujano y paciente deberán consensuar el diseño a realizar.
La ética en la cirugía plástica – Cirugía plástica en menores
Lo ideal para realizar una cirugía estética es esperar a que el cuerpo este desarrollado, podemos fijar una edad que es la de los 18 años como norma general, antes de esta edad no sería conveniente realizar por ejemplo mamoplastias de aumento ya que el cuerpo de la adolescente podría seguir desarrollándose y no es previsible el resultado final, por otra parte la persona probablemente todavía no ha madurado lo suficiente como para tomar una decidir sobre una cuestión de este calado.Hay una cirugía que si se suele realizar en los niños que es la otoplastia. La corrección de las “orejas de soplillo” es una cirugía relativamente sencilla que evitará que los pequeños sean objeto de burlas, siendo probablemente los beneficios muy superiores que si tuvieran que esperar a que su desarrollo se complete.
La ética en la cirugía plástica – Aberraciones estéticas
Hay situaciones extremas en que los pacientes piden que se les haga un intervención que podemos considerar aberrante, como la que recientemente se publico en el diario digital “El País” donde se contaban entre otros los siguientes casos:
- Varios pacientes habían solicitado que se les injertaran unas alas.
- Una mujer pretendía que se le levantaran las cejas de forma muy alta y arqueada ya que quería tener el aspecto de un payaso.
- Valeria Lukyanova, la llamada “Barbie humana” ha pasado una docena de veces por el quirófano para conseguir el aspecto de la muñeca.
Pero quizás el caso más conocido y que más controversia suscitó en su época y aún hoy sigue suscitando es el del cantante Michael Jackson. Cambió su barbilla y su nariz y también intento cambiar el color de la piel lo que le provocó un sinfín de problemas. Hoy en día hay países en África, como es el caso de Senegal, en los que las mujeres aclaran su piel de forma habitual recurriendo a unas cremas poco recomendables, muy dañinas para su salud.