La solterapia, como el propio nombre indica, es una técnica que consiste nada más que en tomar baños de sol. En algunos casos se recomienda para adquirir la vitamina D necesaria, en otros para combatir la ictericia de los bebés y, la mayoría de las veces, se hace solo para tostar la piel. Sin embargo, en cualquiera de esas situaciones hay que tener cuidado y no prolongar la exposición demasiado porque la epidermis se verá resentida y, lo que es peor, se puede llegar a desarrollar cáncer de piel. La Cirugía Plástica y Estética puede ayudar a rejuvenecer, clarear y estirar la piel dañada.

Los inicios de la solterapia

En los años 20 del siglo pasado se hizo muy popular la cultura de tomar “baños de sol”. La vida balnearia de la alta sociedad favorecía la relación del cuerpo con la naturaleza. En la época de entreguerras se aceleró la difusión de la solterapia y, las personas de cierto estatus, acudían a la playa para adquirir un buen tono de piel. El canon de belleza en esos momentos y las costumbres de baño animaban a dejar al sol la mayor superficie de los cuerpos.

Los años 60 del siglo XX

Cuando llegó a España el turismo masivo, los suecos, los alemanes y los ingleses, buscaban los rayos solares que no tenían en sus países de origen, convirtiendo la costa mediterránea en su segundo hogar, al menos, la mitad del año. Las temperaturas son tan suaves en invierno, que la Costa del Sol y las islas Canarias están llenas de extranjeros.

Entre la jet set siempre se ha estilado tener “un buen color” porque creen que, si no, parecerá que están enfermos. Se han olvidado por completo de esa costumbre de la época victoriana en que las mujeres ingerían vinagre para conservar la piel blanca. No hay más que ver a Julio Iglesias padre e hijo.

Los beneficios del sol

El sol, en su justa medida, es bueno para:

• Mantener un buen color.
• Cicatrizar heridas.
• Eliminar la ictericia del bebé recién nacido.
• Adquirir la vitamina D necesaria.
• Aumentar las defensas y estimular la producción de melanocitos.

Los riesgos del sol

Cuando se toma el sol durante mucho tiempo en las horas centrales del día y en época estival es fácil que surjan ciertas complicaciones. Estas afectarán tanto a la epidermis (capa más externa) como a la dermis (la capa inmediatamente inferior). Los efectos negativos del sol más frecuentes son:

• Quemaduras de primer o segundo grado.
• Cáncer de piel.
• Envejecimiento prematuro de la piel.
• Cataratas u otros trastornos de la visión.
• Supresión del sistema inmunológico.

Cuidados de la piel

Está muy bien tomar el sol a ratos, cuando los rayos solares no sean demasiado intensos. La vitamina D se suele ver resentida en invierno, pero si se detecta mediante un análisis de sangre en los meses de noviembre a febrero, no hay que preocuparse, normalmente se elevarán esos índices de cara al verano.

Para mantener una piel saludable habrá que seguir unos cuantos consejos:

• Beber agua, hidrata y exfolia a la vez.
• Llevar una dieta equilibrada. El exceso de grasas y azúcares hará que la piel parezca grasa y brillante.
• No fumar, envejece la piel a pasos agigantados.
• Evitar ingerir alcohol. No pasa nada por tomar una copa de vino o unas cervezas en el fin de semana, pero no por costumbre.
• Tomar el sol poco rato, cuando los rayos no sean muy intensos y aplicar cremas bloqueantes. De esta forma, evitaremos que la piel parezca de cuero.
• Hidratar la piel con cremas.

Estar blanco, estar negro

Como todo, en la variedad está el gusto. Hay sociedades que opinan que lo bonito es estar moreno y cuanto más mejor, por ejemplo, en Occidente. Mientras que en Oriente, en general, desean estar blancos. Para conseguirlo, se tapan la cara, usan guantes hasta el antebrazo y llevan ropas que les cubren bien. Para ellos, estar moreno significa que se trabaja en el campo y, por tanto, implica una baja clase social.

La Cirugía Plástica y Estética en el cuidado de la piel

La Cirugía Plástica y Estética puede atender problemas derivados por las largas exposiciones al sol como el envejecimiento de la piel, las manchas y las arrugas. Para ello, se podrán realizar los siguientes tratamientos:

• Estiramientos de piel.
• Blanqueamiento de manchas.
• Lifting.
• Relleno de zonas.

El aspecto deteriorado de la piel no siempre se debe a que no le hemos dispensado los cuidados necesarios, a veces, la persona no posee una buena epidermis o tiene tendencia a las arrugas y el envejecimiento. Si cree que un cirujano plástico le puede ayudar, acuda a la consulta para que le aconseje lo mejor.