Como se suele decir, en el término medio está la virtud. Tanto por exceso como por defecto, los pechos pueden resultar desproporcionadas con el resto del cuerpo y arruinar por completo la figura de la mujer. En cualquiera de los dos casos, se puede encontrar solución en la Cirugía Plástica y Estética realizando una mamoplastia, bien de aumento o bien de reducción.
Los senos, junto con el trasero, son una de las partes del cuerpo de la mujer que más miradas atraen. Cualquiera desea que su delantera luzca bien y esté colocada en su sitio. Hay quienes tienen la suerte de contar con el volumen perfecto, pero cuando no es así, se puede recurrir a la Medicina para embellecer el busto.
Más allá de los gustos personales y de cuestiones estéticas, el hecho de que los senos no sean del tamaño adecuado puede producir diversos problemas, desde psicológicos hasta médicos. Es frecuente que las chicas que se ven demasiado planas se retraigan y no quieran relacionarse. Lo mismo sucede a las mujeres que tienen un exceso de volumen, irán encorvadas o llevarán ropa demasiado holgada para esconder su pecho y nunca se sentirán sexys. Pero lo más grave es que a muchas les produce inconvenientes de espalda.
¿Qué se puede hacer cuando se tienen unas mamas muy pequeñas?
Hasta cierto punto se puede disimular un pecho diminuto… Se pueden utilizar sujetadores con relleno o llevar ropa menos ceñida o que engañe al ojo, pero cuando la mujer se queda en traje de baño o se desnuda, no habrá disimulo posible y se verá la trampa.
La solución definitiva y más efectiva para dotar de más volumen a los pechos pequeños es introducir prótesis de silicona. Esta operación, que se denomina mamoplastia de aumento, es una de las más solicitadas en España y ofrece unos resultados muy satisfactorios.
Hay diferentes clases de implantes, pero los más aconsejables son los Motiva True Fixation porque tienen unos puntos de anclaje que evitan el problema de que se roten. Además, al estar compuestos por gel de última generación, poseen una mejor textura y los pechos que san mucho más naturales. Así mismo existen distintas técnicas para colocar los implantes: por delante o por detrás del músculo y tres vías de a abordaje: el surco submamario, la areola o la axila.
Las prótesis actuales son absolutamente seguras y todas llevan un microchip donde se indica cuándo han sido colocadas, dónde, quién, la marca, el modelo y su composición, por si hubiera cualquier problema para poder identificarlas rápidamente.
¿Qué se puede hacer cuando se tienen unas mamas demasiado grandes?
Tampoco es bueno tener un pecho descomunal, en primer lugar, porque no resulta bonito y, en segundo lugar, porque al ser tanto el volumen tiende a caerse. Cuando el busto es demasiado grande la mujer parece una “vaca lechera”. Además, genera problemas de espalda, no tanto por tener que cargar con tanto peso, como por la postura forzada que se tiende a adoptar para disimular los pechos.
Para solucionar este problema existe la operación opuesta a la anterior, la mamoplastia de reducción. A través de ella se modifica el volumen y la forma de los senos y, de paso, es posible levantarlos si fuera necesario.
Muchas de las mujeres que se han empeñado en tener unas mamas XXL, al cabo del tiempo se han arrepentido de haberse colocado esos implantes tan enormes y han pedido al médico que se los retirara. Los cirujanos plásticos estudian el cuerpo de cada mujer para aconsejar el tamaño más ajustado a su complexión y muchos de ellos se niegan a hacer este tipo de cirugías extremas.
¿Qué se puede hacer cuando se tienen unas mamas caídas?
Hay una tercera operación que puede realizarse de forma independiente o ir asociada a las dos anteriores, que se llama mastopexia. Consiste en levantar los pechos que se han caído por diferentes razones: el paso del tiempo, los cambios constantes de peso, los embarazos, la lactancia o, simplemente, por motivos genéticos. Es lo que se denomina “ptosis mamaria”.
Esta intervención tiene un carácter puramente estético. Ante todo, sirve para rejuvenecer el busto de la mujer, eliminar el exceso de piel y reubicar el pecho descolgado. Si fuera necesario, se podría combinar con la mamoplastia de aumento, introduciendo prótesis o con la mamoplastia de reducción si fueran demasiado grandes.
Si no se encuentra a gusto con el volumen de su pecho, bien por exceso o por defecto, o lo ve descolgado, no se conforme con ello. Acuda a la consulta de un cirujano plástico para que le explique la mejor solución. Los médicos disponen de una avanzada tecnología 3D que les permite simular cómo quedaría su contorno y que cada una pueda decidir si le gustaría realizar la operación.
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