Miedo a la Cirugía Plástica

Cirugía

Tener miedo a la Cirugía Plástica es una cosa completamente normal. Cualquier persona antes de entrar en un quirófano se cuestiona si la intervención es segura, si quedará bien y si no tendrá ningún efecto secundario con el que no contaba. El médico se encargará de resolver todas estas dudas a sus pacientes, explicando todo lo que necesiten saber al respecto.

Miedo a la Cirugía Plástica

Miedo a la Cirugía Plástica

Existen múltiples razones por las que se puede sentir ansiedad ante una intervención de Cirugía Plástica, pero adoptando unas cuantas medidas no hay nada que temer.

Antes de nada, hay que estar plenamente convencidos de que se quiere entrar en el quirófano para modificar algo del cuerpo con lo que no se está conforme. Después, habrá que buscar el cirujano plástico adecuado e informarse de todos los pros y los contras de la operación. Una vez hecho esto, es cuestión de ponerse en manos del profesional y su buen hacer y todo irá bien.

Los miedos más frecuentes ante una Cirugía son:

  • La anestesia

En muchas ocasiones lo que frena a los pacientes a pasar por el quirófano es que les duerman del todo. Perder la consciencia y pensar cómo será el despertar siempre crea un cierto respeto. Sin embargo, antes de cualquier operación se realizan pruebas para ver si la persona es “apta” y así minimizar los riesgos al máximo. Si no se reúnen las condiciones físicas necesarias no se aconsejará una cirugía.

A algunos les preocupa la posibilidad de despertarse durante la intervención, pero esto es imposible porque los equipos médicos actuales tienen una alarma que avisa antes de que esto ocurra y da tiempo a que el anestesista reaccione.

Otros piensan en secuelas como daños cerebrales o, incluso, la muerte, pero esto es más que improbable. Las constantes vitales del paciente están supervisadas durante el tiempo que dura la operación. Todo se encuentra bajo control.

  • El resultado

Otro de los temores de los pacientes es que el resultado no sea el esperado. Por un lado, les preocupa que no sea natural y, por otro, que queden peor de lo que estaban y se arrepientan de haberse operado.

Si el médico es un buen profesional no hay que pensar en eso. El doctor junto con el paciente habrá evaluado todas las posibilidades y decidido lo mejor en cada caso. Por ejemplo, en una mamoplastia de aumento se habrán puesto de acuerdo en el tamaño de las prótesis o en una rinoplastia habrán decidido la forma y el tamaño de la nariz resultante.

  • El postoperatorio

Dada la situación laboral, muchos desean que el postoperatorio sea corto para volver pronto al trabajo. Pero hay que tener en cuenta el tipo de operación realizada, algunas requieren mayor tiempo de recuperación e inmovilidad. También depende del puesto que se ocupe. Se incorporarán antes aquellos que tengan trabajos sedentarios más que físicos. El médico valorará cuándo podrá volver a su actividad normal cada paciente.

  • El dolor

El miedo al dolor después de una operación también es muy frecuente y, a la vez, relativo. Cada persona tiene una experiencia y una tolerancia que viene determinada por factores físicos y psicológicos. Es decir, el umbral del dolor es distinto en cada uno. De todas formas, durante el postoperatorio se recetan analgésicos para paliar cualquier molestia que pueda surgir.

  • El cirujano plástico

Muchos se plantean dudas sobre el cirujano plástico elegido. Dependiendo de quién realice la intervención, el resultado puede ser excelente o no serlo. Un profesional con muchos años de experiencia lo hará mejor que aquel que acaba de terminar la especialidad y no ha entrado casi en el quirófano.

Para que nuestra elección sea correcta, hay que asegurarse de que el médico tiene la especialidad de Medicina Estética, Plástica y Reparadora y a ser posible que sea miembro de organizaciones nacionales e internacionales como la SECPRE o la ISAPS. También es importante que opere en un hospital con los medios técnicos y humanos necesarios para llevar a cabo este tipo de operaciones.

El miedo a la Cirugía Plástica en cifras

El 98% de las personas operadas reconoce que su aprensión antes de entrar en el quirófano estaba muy lejos de la realidad. Una vez que salen de la sala de operaciones y de la reanimación piensan que no era para tanto.

El 50% de los pacientes temen un mal resultado de la cirugía, al 40% les asustan las posibles complicaciones y al 10% restante les aterra la idea de la muerte.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que rara vez surgen problemas durante la intervención. Aunque el riesgo cero no existe, los fallecimientos por anestesia se cifran en 1 entre 200.000 pacientes, es decir, es más bajo que los accidentes de tráfico.

La elección de someterse a una operación de Cirugía Plástica es personal y hay que pensárselo bien. Cuando alguien supera su miedo a entrar en el quirófano es porque está convencido de que se va a liberar de un complejo y se va ver como deseaba. Siguiendo las recomendaciones de un buen médico todo irá bien.

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