Los seromas en aumentos mamarios son una complicación relativamente infrecuente, se calcula que puede afectar a un 0,1% de las pacientes sometidas a estas intervenciones.
Seromas en aumento de senos- ¿Qué es un seroma?
Los seromas son acumulaciones de líquido seroso, compuesto de grasa líquida, linfa y suero que se presentan en traumatismos o en el caso que nos ocupa, alrededor de la herida quirúrgica.
Aunque los síntomas son parecidos no hay que confundirlos con una infección, pero si no se tratan adecuadamente podrían dar lugar a esta, al tensarse en exceso la piel dando lugar a necrosis cutáneas. También podrían llegar a encapsularse pudiendo dejar secuelas en forma de una cicatriz endurecida.
- Los seromas denominados tempranos son aquellos que aparecen a los siete o diez días después de la operación y son la consecuencia de hematomas no drenados. Normalmente se reabsorben por el propio organismo si son reducidos, pero pueden necesitar un drenaje si se complican.
- Los seromas denominados tardíos son aquellos que aparecen pasados los tres meses de la intervención y suelen ser la consecuencia de microtraumas posteriores, aunque pueden aparecen por muchos factores.
Seromas en aumento de senos- ¿Por qué se producen?
Durante la intervención quirúrgica se pueden dañar tejidos, vasos sanguíneos y vasos linfáticos, es especialmente la rotura de estos últimos la que provocará el exudado de la linfa que rodeará la cicatriz, esto unido al aumento de leucocitos y de inmunoglobulinas que no pueden ser absorbidos por los ganglios linfáticos afectados hace que la cavidad se llene de seroma. Es evidente que existe un mayor riesgo de seroma en aumentos mamarios, o mejor dicho, en la implantación de prótesis tras una mastectomía, debido a que se habrán extirpado una gran cantidad de ganglios linfáticos que ya no podrán absorber el líquido que se produzca.
Seromas en aumento de senos– Los síntomas.
Cuando un seroma se produce aparecerán los siguientes síntomas:
- Enrojecimiento de la piel y calentura.
- La cicatriz se hincha.
- Puede aparecer exudado de un líquido amarillo o blanquecino.
- Puede presentar dolor dependiendo del tamaño del seroma.
- Si el seroma es grande puede aparecer fiebre.
Seromas en aumentos de senos– Las soluciones.
- La mejor solución es la prevención, el cierre de las zonas disecadas por dentro, evitando grandes cavidades donde se pueda alojar el seroma es una norma que debe seguir el cirujano durante la intervención.
- La mayoría de los seromas son de pequeño tamaño y serán reabsorbidos por el organismo, pero es importante el seguimiento postoperatorio y la detección precoz de los estos, estar alerta y en caso de que se produzcan los síntomas acudir rápidamente al cirujano, para en caso de que sea necesario aplicar un drenaje en la zona en que aparezca (se puede hacer el drenaje mediante una jeringuilla, si el cirujano lo considera oportuno). Normalmente este drenaje se hará a través de la misma cicatriz donde se localiza. El drenaje se puede repetir durante varias semanas hasta que la exudación cesa y los vasos linfáticos se van recuperando.
- La actividad física deberá relajarse y suelen ser muy efectivos los masajes de drenaje linfático que deberán ser realizados por un fisioterapeuta especializado.
Como también existe la posibilidad de que se haya producido una infección secundaria, en ocasiones se suministrarán antibióticos que la combatan. - Solo en casos extremos se optará por intervenir quirúrgicamente y liberar el líquido y las posibles adherencias que pueda haber. Estas intervenciones normalmente se harán en seromas tardíos que se suelen dar más con implantes mamarios texturizados.
- Los seromas tardíos también podrían tratarse con drenajes percutáneos asistidos por ecografías, pero existe el riesgo de rotura de la prótesis mamaria.
- En cuanto al reemplazo del implante mamario hay una cierta discusión acerca de su conveniencia, pero se suele aconsejar si han pasado 10 años desde que se realizó el aumento mamario, ya que el seroma podría evidenciar una alteración de la cubierta de de la prótesis como la antesala de una posible rotura. En los casos de repetición de seromas es aconsejable la sustitución por implantes de poliuretano que son los que menos incidencia presentan en este aspecto.