Técnicas de reducción de pechos

Cirugía, Estética, Mama, Salud

Las técnicas de reducción de mamas han sido la aportación este año del doctor Federico Mayo al congreso de la SECPRE. Este 2016, entre los días 2 y 4 de junio se ha realizado de forma conjunta en la ciudad portuguesa de Estoril el 51º congreso de la SECPRE (Sociedad Española de Cirugía Plástica y Estética) y el 46º de la Sociedade Portuguesa de Cirugía Plástica, Reconstructiva e Estética. De esta forma se pone de manifiesto la voluntad de ambas sociedades de colaborar, poniendo en común los conocimientos de profesionales de la cirugía plástica y estética españoles y portugueses.

Reducción de pechos – Una cuestión de salud

Así como el aumento mamario se realiza en la mayoría de los casos por motivaciones estéticas, las motivaciones que pueden llevar a una mujer a someterse a una intervención de reducción de mamas suelen ser una cuestión de salud:

  • Dolores de espalda: Esta es la causa principal que lleva a las mujeres a querer una reducción de mamas. No se trata tanto de un problema de peso, muchas veces lo que ocurre es que la mujer trata de disimular sus pechos por lo que adopta una postura encorvada, en lugar de mantenerse erguida, esto conlleva que los discos de las vértebras principalmente dorsales superiores y cervicales sean sometidos a presiones que pueden desembocar en protrusiones o incluso hernias discales.
    Al conseguir unas mamas que la mujer considera adecuadas la postura instintivamente se volverá más erguida y natural y las presiones sobre los discos de las vértebras se verán reducidos.
  • Eccemas e intertrigo: El roce de los tirantes en los hombros puede producir heridas que se agravan con el sudor, por lo que el verano es una época en que las mujeres de mamas grandes lo pasan realmente mal. Por otra parte la zona de los surcos submamarios también sufre los efectos del rozamiento y el sudor y al ser una zona que normalmente estará cubierta se puede ver afectada por intertrigo que es una dermatosis sobreagregada por bacterias, hongos o levaduras, manifestándose enrojecimiento y maceración de la piel.
  • Imposibilidad de hacer deporte: El deporte es fundamental para estar saludable y unas mamas grandes pueden hacer que la mujer se vea incómoda o incluso se vea impedida a la hora de practicar deporte, a pesar de vestir un sujetador específico para ello. Después de los problemas de espalda esta es la principal causa para una intervención de reducción de mamas.

Técnicas de reducción de pechos

Una reducción de pechos es una intervención quirúrgica en la que habrá que extirpar grasa, zonas de la glándula mamaria y recolocar tejido sobrante. Puede durar en torno a las dos o tres horas y se realiza con anestesia general. Los aspectos básicos de una cirugía de reducción de mamas serán la altura a la que se colocarán los pezones / areola, teniendo muy en cuenta la irrigación sanguínea que deberá llegar a estos tras la operación, el tamaño y forma de las mamas y también muy importante las cicatrices residuales que quedarán.
Existen múltiples técnicas para abordar una cirugía de reducción de mamas, que se aplicarán dependiendo de cada caso, pero hay tres incisiones que normalmente habrá que realizar:

  • El surco submamario: Aunque puede ser considerable, la cicatriz se hará prácticamente imperceptible ya que quedará bien disimulada en el pliegue. En casos de reducciones pequeñas es posible prescindir de esta incisión, ya que el abordaje de la intervención se hará únicamente por la areola.
  • La areola: Normalmente habrá que recolocar el pezón y la areola en una posición más elevada de la mama, por lo que este complejo pezón – areola se separará durante la intervención parcialmente del tejido mamario que lo rodea, dejándolo unido únicamente por un pedículo o puente que mantendrá el riego sanguíneo y el sistema nervioso del complejo. Esta separación de los tejidos puede provocar pérdida de sensibilidad e incapacidad para la lactancia en menor o mayor medida. En casos de intervenciones leves esta pérdida será mínima.
  • Incisión vertical: En la mayoría de los casos se practicará una incisión vertical que irá desde la areola hasta el surco submamario, formando una T invertida típica de las intervenciones de reducción de mamas. Esta incisión será más o menos larga dependiendo de la magnitud de la reducción, pero no debería superar nunca los 6 cm de largo, incluso podría llegar a no existir en pequeñas reducciones.

En todas las suturas es muy importante que los dos bordes de la sutura queden perfectamente iguales en cuanto a tamaño y así evitar que se produzcan las llamadas “orejas de perro”. A pesar de que la intervención requiera de una buena cantidad de incisiones el procedimiento se realiza con una mínima pérdida de sangre y con una limpieza que evitará problemas posteriores por cicatrices queloideas.

Pacientes aptas para la reducción de pechos

Las pacientes que se someten a una intervención de reducción de pechos tienen un perfil diferente a las de un aumento de senos. Estas mujeres por lo general serán de mayor edad, aunque está el caso de las que padecen la llamada hipertrofia mamaria virginal que es un problema que aparece durante la adolescencia en el que se desarrollan las mamas de forma exagerada, induciendo a alteraciones psicológicas y funcionales, aparte de las estéticas y que es tratado quirúrgicamente cuando la mujer es bastante joven.

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