Tipos de mejillas hay más de los que uno se imagina. Las hay redondas, rectangulares, hundidas, ovaladas, etc. y, según algunos estudios, determinan el carácter de la persona. Lo que sí es cierto es que cada vez se les da más importancia y es posible retocarlas en el quirófano para que resulten más estéticas.
Tipos de mejillas
Si nos fijamos con detenimiento, los pómulos de todas las personas no son iguales. Se diferencian en su volumen y su posición y precisamente, son estas características las que hacen que el rostro luzca más o menos bello. Se pueden clasificar las mejillas en cinco grandes grupos:
- Redondas. Son propias de personas amables y cariñosas pero, a su vez, bastante indecisas.
- Ovaladas. Estas mejillas las tienen aquellos que son decididos y extrovertidos.
- Sumidas. Se encuentran en los individuos más discretos, que se asustan por todo y tienen un cierto grado de sumisión.
- Rectangulares. Pertenecen a quienes lo razonan todo y no hablan nunca de sus sentimientos.
- En forma de diamante. Claramente, son de los triunfadores, de los que están más seguros de sí mismos.
Las mejillas
Las mejillas, también llamadas pómulos, se presentan por pares, una a cada lado del rostro. Son dos huesos cortos que forman parte del cráneo y constituyen una prominencia bajo los ojos. Están constituidas por los huesos cigomáticos (HC) que sirven para dar forma y estructura al rostro. Asimismo, protegen los vasos sanguíneos y los nervios de la cara.
Sin duda, unos bonitos pómulos hacen que la persona se vea mucho más atractiva. Cuando se tiene una edad avanzada y las mejillas están caídas, envejecen aún más a la persona. Pero cuando se es joven y los mofletes son planos, el rostro resulta insignificante. Aunque parezca mentira, unos pómulos prominentes cambian por completo el aspecto de la cara. Acentúan la mirada, rejuvenecen y realzan la belleza general del rostro.
La Cirugía Plástica en las mejillas
Hay dos razones por las que se puede necesitar de la ayuda de un cirujano plástico para modificar el aspecto de las mejillas:
- Reconstructiva. Este es un caso absolutamente imperativo. Cuando los huesos de las mejillas se han visto alterados por un traumatismo, lesión o enfermedad, habrá que reconstruirlos para dotar a la cara de su apariencia original. Además, habrá que buscar la mayor simetría, máxime si solo se ha visto afectado un solo pómulo. También puede suceder que se trate de defectos congénitos que deben subsanarse en el quirófano. Existen nuevas tecnologías y procedimientos que van mejorando día a día para hacer el trabajo con la mayor precisión y efectividad. En algunas ocasiones, se han desarrollado placas de titanio a medida con impresoras 3D consiguiendo unos magníficos resultados.
- Estética. Sucede cuando no nos convence la forma y disposición de nuestras mejillas y queramos darles un sentido más armonioso. Dos operaciones de Cirugía Plástica son las adecuadas:
- La bichectomía. A través de esta intervención se quitan las bolas de Bichat, que no son otra cosa que cúmulos de grasa en las mejillas. Esto suele ocurrir por el paso del tiempo y los pómulos, como todo en el cuerpo, pierden tono y tienden a caerse. Parece que se tiene “cara de bulldog”.
- El aumento de pómulos. Técnica quirúrgica que sirve para realzar las mejillas. Para llevar a cabo esta operación se pueden introducir implantes sólidos (silicona o polietileno), injertar grasa o rellenos faciales dérmicos. Cada una de estas técnicas tiene sus ventajas y sus inconvenientes.
Los efectos de la Cirugía de pómulos
Tras la Cirugía de pómulos todas las personas reconocen su satisfacción y, en muchos casos, haber recuperado su autoestima. A nadie le gusta ver su cara deformada por un accidente o con signos claros de envejecimiento.
Los pacientes que se han visto obligados a someterse a una operación de mejillas por un traumatismo saben que es lo mejor que podían haber hecho. Muchos de ellos vieron cómo su cara se había transformado por completo y les creaba grandes complejos. Antes, se avergonzaban de que les vieran los demás y, después de la intervención, viven sin esconderse.
Los pacientes que se han realizado una bichectomía han realzado de tal manera sus mejillas que reconocen haberse quitado unos cuantos años de encima. Esta es la solución más duradera y eficaz pues otros tratamientos como el ácido hialurónico no son permanentes.
La cirugía de pómulos es una de las intervenciones más solicitadas en la actualidad. Muchas mujeres siguen el ejemplo de las presentadoras y las actrices que lucen aún más bellas tras esta operación. Si no se encuentra a gusto con el aspecto de sus mejillas no tiene porqué conformarse. Puede acudir a la consulta de un cirujano plástico para que le aconseje lo mejor y sabrá decirle lo que necesita para que su rostro resulte lo más atractivo posible.
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