Tradiciones estéticas contra las derechos de las mujeres

Estética, Salud

Existen muchas tradiciones estéticas que vulneran los derechos de las mujeres. Son absolutamente aberrantes y, lo peor, es que.se siguen practicando en muchos países del mundo. Estas costumbres salvajes truncan la infancia de las niñas y vejan a las mayores.

Tradiciones estéticas contra las mujeres

Mujeres jirafa de Tailandia

Las mujeres jirafa más famosas viven en Tailandia y se llaman Padaung. Desde pequeñas, les colocan aros de latón alrededor del cuello para estirárselo. Esto les oprime las clavículas hacia la cavidad torácica.

Unos dicen que lo hacen por gusto porque ese largo cuello les recuerda al dragón, animal sagrado para ellas. Otros, que el estiramiento sirve para afear a la mujer y que no sea esclavizada o para evitar la mordedura de un tigre.

Los hombres castigan a las mujeres adúlteras retirándoles los anillos del cuello. Si esto ocurre, se ven obligadas a vivir siempre tumbadas o a sujetarse la cabeza con las manos permanentemente.

Platos en los labios y orejas de las Mursi

Las mujeres Mursi de Etiopía se incrustan platos en los labios y las orejas. La belleza y el valor de las Mursi se mide por el tamaño de los discos. Los hombres eligen a esposas con grandes platos y, cuanto mayor sea, más dote recibe la familia de la novia. A las jóvenes sin plato les es difícil casarse.

El labio se empieza a dilatar 6 meses antes de que la joven se case, sobre los 16 años. Primero les hacen una pequeña incisión de 1 o 2 cm en el labio inferior. Después, les colocan una clavija de madera o cerámica durante 3 semanas o hasta que la herida haya cicatrizado. El objetivo es que el labio tenga 4 cm de diámetro.

Se les extraen dos o cuatro dientes frontales inferiores para que les quepan los platos. Los discos son de arcilla o madera y van desde 8 hasta 22 cm. Con ellos en la boca, las Mursi casi no pueden hablar y solo se los quitan para comer, dormir o en presencia de mujeres.

Granjas de engorde en Mauritania

En Mauritania, a las mujeres gordas se las considera bellas, ricas y aceptadas socialmente. Las delgadas son inferiores y una vergüenza para la familia. Su gordura les sirve para encontrar marido cuando no tienen nada material que ofrecer.

Esta tradición, que se conoce como Leblouh, consiste en encerrar en granjas de engorde a las niñas desde los 5 años para que ganen kilos. Les dan enormes cantidades de comida y, si es necesario, les provocan vómitos para que sigan ingiriendo alimentos. La tradición dice que “el tamaño de una mujer indica el espacio que ocupa en el corazón de su marido”.

Belladona como cosmético en Italia

Durante el Renacimiento se puso de moda en Italia el uso de la planta belladona como cosmético para tener las mejillas sonrosadas. También se aplicaba en los ojos para dilatar las pupilas y dar un aire inocente al rostro.

La belladona es una planta muy tóxica que provoca ceguera, perdida de voz, alucinaciones, delirios, parálisis y convulsiones.

Pies vendados de las chinas

Según una leyenda del siglo X, el emperador Tang Li Yu pidió a una cortesana que bailara para él y para los espíritus. Le prepararon el suelo con lotos de oro, la adornaron con joyas y le vendaron los pies en forma de media luna. A partir de entonces, todas las mujeres empezaron a vendarse sus pies y los de sus hijas. Esta práctica ha estado vigente durante 2.000 años.

El vendaje se hacía durante dos años a las niñas de 4 a 6 años. Les remojaban los pies y les cortaban las uñas al máximo. Después, les rompían los cuatro dedos más pequeños. Luego, les vendaban los pies con seda o algodón apretando los dedos contra el talón. Cada dos días se les retiraba el vendaje y se repetía el proceso. El objetivo era que los pies no superaran los 7 cm.

Alargar el cráneo en el Congo

En la tribu Mangbetu de la República Democrática del Congo se alarga el cráneo. Desde antiguo lo consideran un símbolo de belleza, inteligencia, poder y posición social. Esta tradición, conocida como Lipombo, comienza un mes después del nacimiento y continúa hasta que la cabeza adquiere la forma deseada. Las madres envuelven la cabeza de sus bebés con paños muy apretados al nacer.

Aunque fue prohibido por los colonos en 1950, algunos Mangbetu todavía lo realizan. El cerebro, al ser elástico, puede crecer de cualquier manera sin ningún daño. Pero los cambios cosméticos en el cráneo son permanentes. Las mujeres Mangbetu también se peinan exageradamente para resaltar aún más sus cráneos alargados.

Mujeres con el rostro tatuado en Myanmar

En Myanmar hay muchas tribus con el rostro tatuado. Se cuenta que hace siglos se secuestraba a las jóvenes birmanas por su gran belleza y, para evitarlo, les tatuaban la cara.

Esta tradición se fue asentando y el rostro tatuado ya no era solo para prevenir secuestros, sino que era un reclamo sensual para los hombres. Se consideraba que la mujer que se tatuaba el rostro merecía más el matrimonio. Afortunadamente, esta dolorosa costumbre se prohibió en los años 60 y ya solo quedan ancianas con el rostro tatuado.

Mirada estrábica y cráneo aplanado entre los mayas

Los mayas consideraban el estrabismo como un ideal de belleza, sobre todo entre de la clase alta. Para conseguirlo, las madres colgaban una bolsa delante de los ojos de los niños y les obligaban a mirarla.

También los mayas colocaban a los niños una tabla en la parte delantera de la cabeza y otra en la posterior, atadas con vendas, para que el cráneo alcanzara la forma plana deseada.

Planchado de senos en Camerún

El planchado de senos se realiza en Camerún con el pretexto de que así se evitan las violaciones. Las madres planchan los pechos de sus hijas con palos incandescentes, piedras ardiendo o bandas apretadas. De esta forma, no les crecen los senos y no llaman la atención de los hombres.

Algunos desaguisados han podido ser reparados en cierta medida, con cirugía reconstructiva cuando la mujer es adulta, reconstruyendo la piel con colgajos de otras partes del cuerpo y dando la forma mediante implantes mamarios.

El gobierno de Camerún ha hecho varias campañas para informar del trauma que sufren las jóvenes por esta tortura. Numerosos organismos internacionales también están luchando para erradicar esta salvajada.

Azotes a las Hamer

En Etiopía existe una asombrosa tradición entre la etnia Hamer. Durante las fiestas del salto del toro los adolescentes pasan a ser hombres y buscan esposa. La mejor cónyuge será la más fuerte y valiente, la que más hijos sanos pueda dar.

La manera de saber si una chica es lo suficientemente fuerte es azotándola con varas de mimbre. Ellas ofrecen sus espaldas a los hombres para que las azoten y demostrar que son las adecuadas. Cuando se llenan las heridas de sangre, se las secan con ceniza. Su espalda queda llena de marcas. Cuantas más tenga, mejor esposa será.

Estas son solo unas cuantas de las “tradiciones” en las que se sacrifica a la mujer en pos de la belleza. En realidad, no son más que agresiones físicas a la mujer. La mayoría de las chicas que sufren estas torturas las aceptan como parte de su cultura y su tradición. No lo entienden como una humillación. Hay que empezar por enseñar a respetar a las mujeres, fomentar la igualdad y educar en otros valores.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

0 comentarios