Son muchos los que viajan a Turquía para someterse a tratamientos de estética o para realizarse una cirugía plástica y estética a bajo coste. Sin embargo, estas operaciones no siempre dan un resultado satisfactorio y después necesitan de un buen profesional en sus países de origen para que repare los errores que otros han cometido.
Turquía, paraíso de la estética
Este país euroasiático lleva unos años recibiendo turismo sanitario, pues los precios son mucho más competitivos que en otros lugares del mundo. Se puede cifrar en que el coste de una intervención es cinco veces inferior al de España y eso se explica porque el sueldo de un cirujano turco ronda los 3.000 € al mes, cosa impensable para uno de aquí, ya que en muchas ocasiones eso es lo que costaría una sola operación.
Anteriormente, Turquía era conocida porque a ella acudían los calvos para hacerse injertos de pelo. Es muy normal ver en el aeropuerto a una gran cantidad de hombres con señales en la cabeza, pero actualmente las clínicas de este país se han diversificado y realizan todo tipo de operaciones. Las que gozan de mayor éxito son: el aumento de pecho, la liposucción, la rinoplastia, el aumento de glúteos y la cirugía bariátrica.
La Cirugía Plástica en Turquía
Ante la avalancha de turismo sanitario, desde hace 10 años las clínicas en Turquía se han ido multiplicando por doquier. No es extraño que, en ciudades importantes como Estambul, se encuentren dos o tres hospitales dedicados a la Cirugía Plástica en cada manzana. De ahí que los precios sean tan competitivos. En estos momentos, se cifra en 1.500.000 profesionales turcos, por lo que este tema es una prioridad para su gobierno.
Estos centros hospitalarios suelen tener aspecto de hoteles, son lujosos y están bien equipados. Además, poseen muchos quirófanos, que funcionan todos los días de la semana para poder atender la alta demanda. La mayoría de esas clínicas se encuentran junto a hoteles y así facilitar el alojamiento a sus pacientes aunque es habitual que los médicos den pronto el alta.
Un 50% de los pacientes que visitan Turquía para someterse a una operación de plástica o estética proceden de España. Muchos de ellos eligen la cirugía bariátrica con el objetivo de reducir el estómago porque en nuestro país hay un alto índice de población con obesidad y solo se opera al 20%. Se trata de una operación muy seria cuya mala praxis puede causar gravísimos problemas con difícil solución.
Los métodos de captación de pacientes en Turquía
Los métodos de captación de pacientes en las clínicas turcas son bastante dudosos. Por un lado, se anuncian en Tik Tok, haciendo vídeos en los que antiguos pacientes muestran sus pechos operados, su trasero con prótesis o su figura retocada. También disponen de agentes en otros países que aconsejan a las personas insatisfechas con su físico. Estos mediadores no son médicos ni tienen formación alguna, pero muestran los resultados de operaciones anteriores y convencen a los dudosos de lo que es mejor para ellos.
Se sabe que únicamente les piden que se realicen en su país de origen un análisis de sangre y lo envían a Turquía. Si el médico turco estima que los valores están bien, viajan allí al día siguiente para llevar a cabo la operación. En muchas ocasiones se les ofrece un pack: aumento de pecho + abdominoplastia + prótesis de glúteos por tan solo 3.000 €. Siempre hay que dudar de las ofertas…
Precauciones a la hora de elegir clínica
Es muy importante tener presente que lo barato sale caro y que, a fin de cuentas, se trata de nuestro cuerpo y nuestra salud. Ninguna operación de Cirugía Plástica y Estética es una broma, ya que precisan de anestesia y en algunas de ellas se pierde mucha sangre. Por eso, es fundamental valorar y analizar bien la situación antes de decidirse por un hospital y cirujano. Es necesario asegurarse de que el médico ha realizado la especialidad, que se trata de una clínica bien equipada y con el personal adecuado y conviene tener buenas referencias.
El Ministerio de Asuntos Exteriores alerta en su página de los peligros de someterse a operaciones de Cirugía Plástica y Estética en Turquía en clínicas no seguras. De hecho, refieren que en los últimos meses se ha producido el fallecimiento de cuatro españoles tras intervenirse allí. Asimismo, explican que ha habido otros tantos casos de personas con importantes secuelas por mala praxis en ese país.
Finalmente, los casos más graves de Cirugía Plástica y Estética llegan a la Seguridad Social, aunque muchos de ellos se dirigen a clínicas privadas. Los médicos a veces se encuentran con situaciones tan desastrosas que son difíciles de reparar y por mucho que lo intenten, esos errores no tienen ya solución.
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