Un buen trasero es el que tiene el tamaño y la forma perfectos según el criterio de cada uno. Para algunos, son más bonitos los glúteos pequeños y firmes, mientras que a otros les gustan grandes aunque presenten celulitis. Para conseguir las posaderas ideales hay que seguir ciertos cuidados, una buena alimentación y no llevar una vida sedentaria. A veces eso no es posible y necesitamos recurrir a la Cirugía Plástica.
Trasero y más
Nalgas, pompis, asentadero, posaderas, glúteos, cachas, culo, etc. Al trasero se le ha llamado de muchas maneras y todos conocemos expresiones más o menos vulgares que emplean alguna de estas palabras. También es habitual que en las canciones se mencione el cucu, invitándonos a menearlo.
Lo que es indudable que el trasero es una parte fundamental del cuerpo humano en la que todo el mundo se fija. En el caso de la mujer, los glúteos son tan valorados como los pechos y ayudan a equilibrar la figura. Unas nalgas desproporcionadas, tanto por exceso como por defecto, pueden producir grandes complejos.
El fenómeno belfie
En Instagram ya no triunfa el simple selfie, el helfie o el drelfie. El fenómeno en las redes sociales que está arrasando actualmente es el belfie. Este neologismo viene de la fusión de la palabra bum (trasero en inglés)con selfie.
No hay famosa que no se haya retratado en pose provocativa mostrando sus glúteos con lencería fina o incluso sin ropa. Por eso, para las que se dedican a eso, es tan importante gozar de unas buenas posaderas.
El trasero ideal
Dependiendo del momento, la cultura y el gusto personal “se estila” un trasero mayor o menor. En Latinoamérica o en África se aprecian más las señoras entradas en carnes, con un culo generoso; mientras que en el mundo occidental gustan más las chicas delgadas con nalgas elevadas y prietas. En países como Mauritania o Senegal hay granjas de engorde con el objetivo de que las mujeres encuentren un buen marido. Por el contrario, en Europa existe un alto culto al cuerpo y son muchos los que acuden al gimnasio a diario para acabar con las grasas.
Jennifer López puso su trasero en el punto de mira cuando se le ocurrió asegurarlo. Las modelos y las actrices intentan mantenerse en forma para realizar los posados veraniegos y que su figura luzca lo mejor posible, incluido donde la espalda pierde su nombre. Aunque muchas han rebasado los 40 siguen teniendo unos atractivos glúteos gracias a los buenos hábitos y el ejercicio o con ayuda de la Cirugía Plástica.
Cómo tener un buen trasero
Muchas cosas se pueden hacer para tener un buen trasero:
- Mantener una dieta equilibrada evitando las calorías vacías de los dulces y el alcohol y aumentando el consumo de Vitamina C, frutas y verduras.
- Evitar el sedentarismo. Hacer ejercicio, correr, nadar o, aunque solo sea, andar unos 20 minutos diarios.
- Recurrir a cremas remodeladoras que eliminan la celulitis y reafirman toda la zona.
- Aplicar tratamientos estéticos que ayudan a deshacerse de la grasa y la celulitis como la mesoterapia, la radiofrecuencia o el ultrasonido.
Sin embargo, hay personas que tienen tendencia a engordar y no consiguen reducir la talla y esa celulitis que tanto afea. Otras, por el contrario, tienen unos glúteos tan escurridos que no dicen nada. La Cirugía Plástica soluciona ambos problemas:
- Se elimina la grasa que sobra en los glúteos mediante la liposucción. En esta misma intervención se puede atacar también la zona de los muslos y las cartucheras mejorando todo el contorno.
- Para aumentar el trasero se introducen prótesis de silicona o se inyecta grasa propia del paciente de aquellas zonas donde tiene un exceso – caderas, muslos o abdomen-. Según la SECPRE (Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética) en los últimos años han aumentado ostensiblemente las operaciones de gluteoplastia.
Mantenimiento del trasero
Para que las nalgas se mantengan bien es fundamental que la persona controle su peso. No importa que en un momento determinado se gane uno o dos kilos, pero las dietas salvajes que hacen adelgazar 20 kg de repente no benefician a ninguna parte del cuerpo y tampoco al trasero. Los cambios bruscos de peso provocan la aparición de estrías que se perciben incluso con ropa y favorecen el descolgamiento de los músculos.
Cuando el paciente se ha sometido a cualquier intervención ha de poner de su parte para mantener bien el trasero. Además de seguir las indicaciones del postoperatorio, deberá controlar la alimentación y hacer ejercicio.
Como hemos visto, el trasero es una parte muy importante del cuerpo humano y si no estamos conformes con su tamaño, su forma o su proyección puede llevarnos por el camino de la amargura. Tanto si desea reducirlo como aumentarlo, no dude en consultar con un cirujano plástico para que le aconseje lo mejor en su caso.
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