Tratamiento estético de las varices
Las venas varicosas son dilataciones y tortuosidades de las venas superficiales las piernas que aparecen como consecuencia del deterioro progresivo de la pared venosa por la incapacidad de establecer un retorno eficaz de la sangre al corazón. Suelen aparecer en los territorios de las venas safenas interna y externa.
Constituyen una alteración muy común y se estima que en nuestro país hay más de 3 millones de personas que la padecen, siendo más frecuentes en mujeres en la segunda y tercera década de la vida.
Este proceso está relacionado con factores genéticos y hormonales (anticoncepción hormonal, menopausia) y agravado por el sedentarismo, el trabajo prolongado de pie, los embarazos, el sobrepeso y la exposición al calor.
La pérdida de elasticidad de la pared de la vena se traduce en la presencia en las piernas de hilos de color rojizo que surcan la piel y forman abanicos o aranas vasculares 1-2 mm (telangiectasias) o dilataciones venosas azuladas más profundas de 2-4 mm de calibre (venas reticulares), ambas muy antiestéticas y a veces dolorosas.
Las telangiectasias también se pueden presentar en la región facial.
El diagnóstico ha de estar basado en los síntomas clínicos y en la exploración física. Este se complementa con estudios venosos con Doppler, Eco-Doppler y Flebografía, que comprueban con una eficacia del 100%, la incompetencia de las venas safenas y perforantes y la permeabilidad del sistema venoso profundo.
El tratamiento va dirigido a ocluir los vasos, mejorando el aspecto estético de la zona y la sintomatología si existiera y se realiza mediante:
- Tratamiento quirúrgico ablativo y hemodinámico, striping, flebectomía, láser endovenoso y CHIVA.
- Tratamientos no quirúrgicos. Esclerosis, crioesclerosis y esclerosis con espuma.
La esclerosis vascular consiste en la inyección en el interior de una vena varicosa de una sustancia esclerosante que provoca la irritación de la pared interna de la vena y una posterior fibrosis provocando la desaparición gradual de la variz. Es el tratamiento indicado para tratar especialmente venas las de pequeño y mediano calibre, ya que los troncos gruesos suelen requerir técnicas quirúrgicas.La inyección se realiza con una aguja muy fina, lo que permite realizar la técnica sin casi molestias para el paciente. Con frecuencia se requiere la posterior aplicación de un vendaje sobre la zona tratada o bien medias de compresión. Es normal que exista una ligera molestia en la zona esclerosada durante uno o dos días tras la sesión.Las sesiones son semanales o quincenales y el número de éstas depende de la cantidad de varices, su extensión, y de la respuesta particular de cada paciente al tratamiento.Al principio pueden aparecer hematomas que desaparecen con la aplicación de cremas con quelantes del hierro en poco tiempo.Algunos pacientes pueden requerir la combinación de otras técnicas para mejorar los resultados.Como el problema de las varices es crónico, una vez se ha finalizado el tratamiento se deben realizar controles periódicos por si es necesario realizar algún retoque o han aparecido nuevas varices que habrá que tratar. - Medidas fisiológicas. Evitar el sedentarismo, control de la obesidad y retención de líquidos, aplicación de medidas de descarga (medias elásticas y elevación de los MMII), venotónicos…
- Tratamiento con láser. Aplicación de calor en la vena para que se necrose y se cierre su luz. Procedimiento eficaz, rápido y seguro que habitualmente se combina con tratamientos de esclerosis con o sin espuma. Aporta un enfoque no invasivo, no quirúrgico para el tratamiento de las venas reticulares y aranas vasculares. La luz producida por el láser es absorbida en el interior del vaso sanguíneo por su pigmento «diana», la hemoglobina (pigmento que da el color rojo a la sangre), y genera calor que destruirá su pared sin dañar los tejidos y estructuras adyacentes. Por lo tanto elimina la mayoría de las lesiones vasculares dejando intacta la piel y su pigmento. Dependiendo de la profundidad a la que se encuentre el vaso se precisarán láseres con distintas longitudes de onda. Se utilizarán láseres de neodimio en las venas más profundas y luz pulsada intensa en las más superficiales.