La autoexploración de mamas se realiza para detectar posibles anomalías en la anatomía del pecho. Se recomienda a todas las mujeres a partir de los 25 años. Hay que tener en cuenta que esto no es un examen que sustituya a una ecografía o mamografía, pero puede prevenir o avisar de posibles problemas. De hecho, más del 80% de las mujeres que padecen cáncer de mama son ellas mismas las que descubren el tumor tras explorarse el pecho.
¿Cuándo realizar la autoexploración de pecho?
La autoexploración mamaria debe realizase una vez al mes siempre en la misma fecha para poder comparar. Es conveniente hacerlo una semana después de la regla porque es cuando las mamas dejan de estar sensibles e inflamadas.
En caso de haber entrado ya en la menopausia o tener menstruaciones irregulares, habrá que determinar el mismo día de cada mes para esta práctica.
La autoexploración de las mamas no debe interrumpirse durante embarazo o la lactancia. Tampoco hay razón para no hacerlo cuando se llevan implantes mamarios.
¿Cómo se realiza la autoexploración mamaria?
La primera autoexploración mamaria debe efectuarse detenidamente para conocer el aspecto y la consistencia normal de muestras mamas. Las glándulas mamarias son nodulares y, según sean de fibrosas o densas, pueden presentar bultitos o quistes sin importancia. Es conveniente que una persona experimentada nos enseñe cómo hacerlo de forma adecuada.
Pasos a seguir:
- Observar la morfología de las mamas con los brazos alineados al cuerpo
Colocarse frente al espejo con los hombros rectos y los brazos alineados al cuerpo. Observar el tamaño, la forma y el color de las mamas. Ver si hay diferencias entre ellas, si existen deformaciones, inflamaciones, hoyuelos, arrugas o bultos en la piel. Comprobar si el pezón ha cambiado de posición o está invertido (metido en lugar de sobresaliente). Otro mal síntoma es el enrojecimiento o sarpullido de la piel y el dolor de mamas. - Observar la morfología de las mamas con los brazos en la cadera
Repetir lo mismo del primer paso pero esta vez situando los brazos en la cadera. - Observar la morfología de las mamas con los brazos levantados
Cruzar los brazos detrás de la cabeza y llevar los codos hacia adelante. Observar ante el espejo si existe alguna de las alteraciones descritas anteriormente y comprobar que los senos sean simétricos. Hay que mover los brazos para comprobar si los pechos siguen el movimiento. - Palpar las mamas de pie en círculos
Colocar una mano debajo del pecho y elevarlo. Utilizar la mano izquierda para explorar el pecho derecho y al contrario. Tocar la mama en posición plana y con los tres dedos medios haciendo pequeños movimientos circulares en la dirección de las manecillas del reloj para detectar alguna masa. Primero presionar suavemente y después más fuerte. - Palpar las mamas y las axilas tumbada
Tumbarse, estirando hacia arriba el brazo de la zona a explorar. Palpar la zona externa del pecho colocándose de lado y doblando las piernas. Es importante también examinar las axilas, manteniendo los dedos rectos y juntos, para ver si hay alguna masa. Gran parte de los tumores se producen en la parte de la mama más cercana a ellas se realiza con los brazos bajados. - Palpar las mamas de pie y examinar los pezones
Colocarse de pie y palpar la mama izquierda con la mano derecha y viceversa. Mover los dedos verticalmente, hacia arriba y hacia abajo.
Presionar los pezones por si sale algún líquido transparente, lechoso, amarillento o sangre.
¿Qué hacer en caso de notar cualquier anomalía durante la autoexploración de pecho?
Si durante la autoexploración se nota un bulto, un cambio de color o de textura en la mama es aconsejable acudir al médico. No hay que alarmarse porque en muchas ocasiones se trata de tumores benignos o simples quistes. Además, hay que tener en cuenta que muchos de los tumores malignos pueden no ser palpables y ni siquiera visibles. Por eso, se recomienda además de la autoexploración de mamas una mamografía anual.
Solo en caso de que el médico tenga serias sospechas de que se padece cáncer de mama, realizará un examen completo. Se le harán ecografías, mamografías, punciones y una resonancia magnética nuclear para determinar el alcance.
La autoexploración de pecho: las dudas
Algunos oncólogos ponen en cuestión la efectividad de la autoexploración de mamas. Creen que puede ser útil para mujeres que han padecido cáncer de mama y no se les ha extirpado el pecho completo o para aquellas que tienen un riesgo genético alto de sufrir la enfermedad. Sin embargo, para la población general no lo ven adecuado.
Sus dudas surgen tras realizar dos estudios publicados en el año 2002. Se instruyó a 250.000 mujeres para que se autoexploraban las mamas mensualmente. Después, se hizo lo mismo con otras 122.000 chicas. Se concluyó que en ninguno de estos dos grandes grupos había diferencia a la hora de detectar cáncer de mama ni se redujo la tasa de mortalidad.
En cualquier caso, consideramos que no está de más autoexplorarse los senos, aunque no hay que obsesionarse. Ante cualquier anomalía que se observe en la morfología de la mama es conveniente consultar con el médico.
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