Tipos de ojos

Estética

Vamos a analizar los tipos de ojos que existen según la forma, el tamaño y la disposición. Los ojos son uno de los rasgos más importantes de la cara y una seña de identidad en cada persona. Nadie tiene exactamente los mismos ojos que otro, si siquiera los hermanos gemelos.
Los ojos identifican nuestra mirada y son capaces de transmitir sentimientos. Además, influyen en la expresión general del rostro. Los redondos, almendrados o grandes dan una impresión totalmente distinta a los pequeños y caídos. También el color del iris, dejando de lado los gustos, de más o menos expresividad y hace que llamen la atención de forma distinta.

Tipos de ojos

¿Cómo averiguar qué tipo de ojos tenemos?

Si queremos averiguar qué tipo de ojos poseemos hay que ponerse frente al espejo y tener en cuenta los siguientes factores:

  • La distancia entre los ojos. Se mide para ver si están separados, juntos o normales.
  • Lo visibles que son los párpados. Con ello sea determina si los ojos están hundidos, prominentes o normales.
  • La proporción de los ojos con respecto al resto de los rasgos de la cara. Así se sabrá si son grandes, pequeños o normales.

Tipos de ojos

Según la forma, tamaño y disposición, los ojos se pueden clasificar en 8 tipos:

Ojos normales o almendrados

Este es el tipo más común, por eso se les conocen como “ojos normales”. Se caracterizan por ser alargados e inclinados hacia arriba, con forma de almendra.
Los especialistas los consideran perfectos por su simetría. Una ventaja es que tienen un solo pliegue en el parpado lo que facilita mucho el maquillaje. De todas maneras, todo sienta bien a los ojos almendrados.

Ojos juntos o estrechos

En este tipo la distancia entre ambos ojos es menor de lo normal, es decir, más pequeña que la extensión de un ojo. De esta forma, quedan los ojos demasiado juntos y siempre dan una expresión ligeramente extraña.

Ojos apartados o separados

Los ojos separados son lo opuesto a los estrechos o juntos. Se ven pequeños con respecto al resto de los rasgos faciales porque la distancia que los separa es mayor que la extensión de un ojo. Quedan muy lejos del tabique de la nariz. Este tipo de ojos no son muy frecuentes.

Ojos hundidos

Se identifican los ojos hundidos porque en ellos el párpado es más prominente en el borde externo que en el interno. Evidentemente, son lo opuesto a los saltones.
Suelen presentar una sombra o “bolsa” en la esquina interior de los ojos o un hueco debajo del hueso de la ceja. Los párpados parecen estar escondidos y eso hace que las cejas se vean muy próximas a ellos.

Ojos saltones o prominentes

Estos ojos son lo contrario a los hundidos. Suelen ser bastante grandes y redondos, con amplios parpados. Se ve un pequeño espacio que comienza justo debajo de la ceja que se introduce hasta la parte interna. Al ser grandes, tienen la ventaja de que destacan tanto si están maquillados como no.

Ojos asiáticos

Se puede decir que estos ojos son más pequeños que la media. Se reconocen bien porque los pliegues de los párpados no son visibles y generan un espacio mayor entre las cejas y los ojos.
Este tipo de ojos los posee el 50% de la población de Asia. Allí se ha popularizado últimamente la cirugía de doble párpado o bleflaroplastia asiática. La operación consiste en crear un pliegue con el objetivo de redondear el ojo. Es una de las cosas que se hacen en países como Corea del Sur o China para imitar a los occidentales.

Ojos caídos

En los caídos el párpado móvil parece que pesa sobre los ojos. Se caracterizan porque los extremos se inclinan hacia abajo y, claro está, por ello reciben ese nombre. Algunos asiáticos poseen este tipo de ojos.

Ojos pequeños

Son de un tamaño más reducido de lo normal con respecto al resto de los rasgos faciales. Esto hace que los ojos destaquen poco en relación a la nariz, los labios y las cejas. Pueden ser rasgados o no. Es posible dar el efecto de que son más grandes con un maquillaje muy marcado.

Una vez averiguado cuál de estos tipos de ojos es el suyo, puede potenciarlos o disimular lo que le parezca que falla. Una de las formas de conseguirlo es mediante el maquillaje adecuado. También existen lentillas que, además de corregir defectos visuales proporcionan un efecto estético. Dan la sensación de que las personas que las llevan tienen pupilas más grandes y brillantes.

Sin embargo, si su disconformidad con la forma de los ojos va más allá, puede consultar con un cirujano plástico. Las feas bolsas que se generan debajo de los ojos se pueden corregir mediante la blefaroplastia. También es posible agrandar y redondear unos ojos excesivamente rasgados con la cirugía de doble párpado. El médico le aconsejará lo mejor en su caso.

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